Capítulo 16

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Clayton se despertó y vio a Coraline muy comoda sobre su pecho. Al ver la luz del sol bufo y se pasó su mano izquierda por el rostro.
<<Sos un boludo, ¿qué parte de se duerme y te vas es la que no entendiste?>> Se decía así mismo.
Trató de moverse para no despertar a Coraline pero al intentarlo, ella se aferró más a él. Se volvió a correr y se paró de la cama. Coraline se apoyó en la almohada y siguió durmiendo.
Se vistió y antes de irse le beso la frente. La frente de Coraline estaba tibia y después del tacto de sus fríos labios sobre la piel de la joven, ella se relajó y soltó una exhalada de satisfacción. Clayton se fue sin dejar rastro de su existencia.

—Coraline, despierta. Coraline, vamos, levantate.— Drew sacudía a su hermana para despertarla. Ella se sentó y se frotó los ojos.
—¿Qué quieres Drew?— Al verlo a los ojos reaccióno. Miró a su alrededor y Clayton no estaba.—Se fue...— Susurró.
—¿Quien se fue?
—Una Mariposa. Volviendo al tema, ¿qué pasó?
—Papá me mandó a levantarte, agradece que vino yo y no el otro Bruto.—Ella sonrió.
—Gracias por...—La actitud de su hermano la dejó sin palabras. El estaba olfateandola y oliendo la almohada.—Despertarme ¡¿QUÉ DIABLOS HACES DREW?!— Se corrió.
—Tienes olor masculino, corrijo, olor a chupa sangre.— La siguió oliendo.—¿Estuviste con alguien anoche?
—No. Además, ¿que tiene si estuve con alguien o no anoche?
—Eres mi hermanita y quiero saber.
—No, ya te dije que no. —El la miró y dudo. Luego se acordó que era su hermana y que tenía que cuidarla.
—Si, ya se. Pero tienes mucho olor y papá se enojara y estarás en más problemas. Ve a bañarte, yo traeré ropa de Jacob y te vestiras con eso.
—Pero, ¿por qué no me das de la tuya? La de Jacob tiene olor a perro.
—Porque mi olor no hará mucha diferencia,¿qué prefieres? ¿Seguir castigada por otro mes o tener olor a perro por un día?—Ella bufo.
—Tener olor a perro por un día.
—Bien, ahora ve a bañarte, ire por la ropa.

Coraline abrió el agua caliente y entro en ella. Cada gota le quemaba, pero no la lastimaba, ya que estaba acostumbrada a bañarse con agua caliente. Se secó y salió con una bata blanca que le llegaba a mitad de los muslos y hasta los codos. Drew le dejó la ropa arriba de la cama y se sentó en la silla de madera.
—Sal de ahí intento de ser humano.— Lo reto Coraline. La almohada voló hacia la cara de Drew y le cayó en el rostro.
—¿Qué tiene que me siente aquí?
—Ahí se sienta mi mamá nada más. Así que vamos, su ruta.— Drew bufo y se sentó en la cama. Ella se vistió tranquilamente, nunca le molestó que sus hermanos estuvieran con ella mientras se viste.
—Si sigues así nunca tendrás novio.
—Tu sigue así y nunca tendras hijos.
—Los hijos son una molestia, no te dejan hacer cosas importantes como por ejemplo"Buscar la cura para el Cáncer" o "Descubrir si hay vida en Urano".
—Te morirás virgen.— Drew río.
—Yo no soy virgen.
El rostro de Coraline cambio por completo. Dejo de cambiarse para mirar a su hermano.
—¿Y quien fue la afortunada si se puede saber?
—Fue una Argentina, uno de los viajes que hemos hecho a la Argentina, conoci a una y bueno, una cosa llegó a la otra y bueno, ¿qué se le puede hacer?— Drew sabe Español e Inglés y gracias a sus encantos, puede tener a cualquier chica en sus manos.
—¿Mamá sabe?
—Si y me felicitaron y me dijeron que estaban felices por mi.
Coraline sonrió. Si ella les dice algo así a sus padres se pondrán como locos y seguramente mataran a la persona que lo hizo.
Drew se fue y ella se quedó con la ropa de Jacob puesta. Los jeans de Jacob le quedaban un poco ajustados ya que ella tenía mucha cadera. La remera negra era abrigada y le llegaba hasta los dedos, tapándole toda la mano.
Hazo su cama y lleno de perfume las sábanas y frazadas. Saca el diario de su Abuela y se sienta a leerlo.
—Lela, abre la puerta.— Jacob tocaba la puerta con brusquedad, siempre lo hizo. Pero era tocar la puerta con violencia o entrar así nomas e invadirle el espacio a su hermana.
—Pasa.— Él abrió y entro con el desayuno.
—Te traje hotcakes con miel, jugó de naranja exprimido, dos cupcakes con chispas de chocolate y una bolsa con gomitas. No le digas a papá porque no nos deja traerte cosas dulces.
—Genial, gracias Lelo, tenía hambre.
Comenzaron a comer los dos. Jacob miraba raro a Coraline y su mirada se detiene en la mordida.
—¿Qué diablos te pasó Lela?
—Me mordió un Vampiro en uno de los días que me escapé.
—¿Pero tu eres estúpida o te haces? Ahora vendrán cientos, miles quizás. Sólo para probar unas gotas.—La agarró del cuello sin presionarla ni nada.
—Pero no me mato, no estoy muerta. Si el que me mordió hubiera terminado el trabajo, ahora no estaría desayunando contigo.
—¿Quien fue? ¿Lo conoces?
A Coraline le agarró un escalofrío que la hizo temblar. Se quedó callada y no contestó, al único que le cuenta todo es a Drew, quien se lo toma con calma y la entenderá.
—No. No lo conozco, sólo se que viene de un lugar donde la comida es escasa. Las personas están enfermas y hacen que la sangre pierda su sabor. Sólo se eso.
—Viene de Alba Lulia.— Ella asintió.— Los vampiros de Alba Lulia son ásperos, además el jefe que los dirigí no es para nada estúpido.
—Bueno cambiando de tema. ¿Te quedarás todo el mes o una semana?
—Recien llame a Philip. Dijo que me quedara acá el tiempo que sea necesario. Los vampiros empezaron a moverse por todos lados, alguien los esta reuniendo y es bastante sospechoso. Anda a saber en qué andan metidos.

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