Pokémon Mundo Misterioso: Destinos Unidos |En edición|

Que comience...

-... - un susurro inentendible comenzaba a sonar

-¿D...dónde estoy...?- el chico miraba hacia los lados en busca de algo que pudiera ayudarle a ubicarse. Pero lo único con lo que se encontraba era un silencio descomunal y una oscuridad total

-Estás... en el Pasillo de La Luz... única conexión entre el mundo humano y el nuestro...- los susurros acababan transformándose en una agradable y melodiosa voz, la cual parecía provenir de una mujer. Para cuando el chico se hubiese centrado esta, un haz de luz brillante desvelaba una gran sala que parecía no tener límites

-¿Vuestro mundo?- respondió el joven curioso mientras buscaba con la mirada la procedencia de esa apacible voz

-No puedo responder a ninguna de tus preguntas ahora mismo... No hay tiempo... Pero necesito que me contestes a esta serie de preguntas, por favor...- la voz se notaba algo apresurada y preocupada

-Ni hablar. Hasta que no me digas qué está pasando no pienso responder a nada- contestó molesto el chico ante esto

-Te prometo que dentro de poco hallarás todas las respuestas a las dudas que quieres que sean resueltas... Y si me respondes rápido a las preguntas te dejaré tranquilo -le dijo la voz tratando de convencerle

-Buah, pareces Vodafone. Venga, dale con las puñeteras preguntas -accedió finalmente el chico dando un leve suspiro a la vez que se llevaba las manos a la cabeza

-Gracias, en serio... -respondió con un tono ilusionado y contento la voz

-Bueno que sí, que no te vayas por las ramas -dijo el chico mirando hacia arriba, esperando a que se acabara rápidamente el sueño

-Muy bien, comencemos.... ¿Tienes capacidad de concentración?

-Pues a veces ando bastante despistado, pero sí de normal la tengo. Aunque he de decir que se me da mejor distraer a la gente -termina riendo un poco

-De acuerdo... Y si vas por la calle y te encuentras una cartera... ¿Qué haces?

-Ufff, qué difícil... Me sería muy duro elegir puesto que por una parte me gustaría quedarme con el dinero que hubiese en su interior, pero por otro lado se me quedarían los remordimientos de ello

-Si alguien grita al otro lado de la puerta, ¿tú cómo reaccionas?

-No sé, también depende de la situación... Si por ejemplo estoy en casa con mis amigos, grito yo también

-He podido observar que desde que he empezado a a hacerte las preguntas... llevas dibujada una sonrisa en tu rostro... ¿De normal eres así de alegre con todo el mundo?

-¿Sonrisa? Sí, esta sonrisa da los indicios de que tengo ganas de pegarme un tiro y que quiero que me dejes tranquilo

-Ya veo... -respondió la voz ignorando el comentario del chico- Y hablando de sonrisas... ¿Te gustan los chistes malos?

-Soy el primero en hacerlos, me encantan

-Entonces das a entender con eso que también que te gustan las bromas, ¿cierto?

-Sí, siempre y cuando no sean muy pesadas. Que luego en vez de causar risas provocan broncas... -se estremece levemente debido a un escalofrío que recorre todo su cuerpo

-Imagínate que alguien te tiende la mano desde el retrete, ¿qué haces en ese caso?

-Mmmm... ¿Se la doy? Sí, se la doy

-Recibes un regalo, y obviamente no sabes lo que es. ¿Lo abrirías?

-No tengo paciencia y soy muy curioso, así que sí

-¿Te dicen que pienses antes de hablar?

-No de normal. Pero en más de una ocasión he podido liarla por decir algo sin antes pensarlo dos veces

-Está bien. Por último... ¿Deseas una vida tranquila y sin muchos sobresaltos?

-Para nada. Aunque mi vida es muy tranquila, me encantaría tener todo tipo de emociones, y sobre todo salir en busca de aventuras

-Hmm... ya veo. Bueno James... gracias por ser tan sincero conmigo... te deseo buenas noches...- de repente el lugar comienza a oscurecerse de nuevo

-¡E-espera! ¿C-cómo sabes m- para cuando James iba a terminar la frase, se despertó y quedó sentado de golpe bastante sobresaltado- mi... nombre... - al darse cuenta que se hallaba de nuevo en su habitación, se rascó la nuca extrañado. "Q-qué sueño más raro... Espera, ¿qué hora es?" nada más pensar eso, James centró su atención en el reloj que estaba encima de la mesilla de noche de al lado de su cama, para ver que eran las 4:00 A.M. "¿¡Aún es de madrugada!?" sorprendido, se frotó los ojos y miró de nuevo el reloj, dándose cuenta de que no eran imaginaciones suyas. "Pues nada... No me queda otra que intentar dormir de nuevo...". Tras eso, se tumbó una vez más girándose hacia el lado de la ventana, mirando hacia esta. Finalmente se iba quedando dormido de nuevo mirando el estrellado cielo, el cual también contenía una luna llena que iluminaba todo el paisaje urbano acompañado de todas esas farolas y luces de edificios

Continuará...