Capitulo IV

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No sabían cuanto tiempo habían estado abrazadas mientras trataban de controlar su llanto. Cuando ambas lograron calmarse terminaron acomodándose en la cama sin decir alguna palabra, solo adormeciéndose con las pausadas respiraciones de la otra.

Fue Lexa quien despertó primero sintiéndose desorientada de su ubicación pero al sentir como el cuerpo de Clarke abrazaba el suyo sin ninguna señal de querer soltarse se relajo instantáneamente. Se dedico a observarla fijamente al mismo tiempo que recordaba los sucesos del día anterior, sin duda tendría mucho trabajo para cuando regresara a Polis.

Si tenía que ser honesta temía por lo que se avecinaba, todo indicaba que alguien planeaba algo en contra de ellas y su gente, ahora tendría que mantenerse alerta sobre cualquier cosa a su alrededor y, si encontraba al bastardo que lastimo a Clarke, le haría tanto daño que el mismo se pondría de rodillas a suplicando su muerte.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir como Clarke se removía a su lado hasta abrir perezosamente sus ojos para encontrarse con los de ella

― Vaya... Aun tienes ese capricho de mirarme mientras duermo

― Y tu aun tienes ese raro humor al despertar ― Clarke se encogió de hombros para seguidamente caer en un gran bostezo que hizo sonreír a Lexa ― Buenos días...

― Buenos días...

Lexa sonrió por lo adorable que se veía Clarke recién levantada. Se acomodó de lado apoyándose en un brazo para mirarla de frente

― Parece que amaneciste de muy buen humor

― Sabes bien que eso solo sucede cuando despierto junto a ti ― susurró aun teniendo algo de timidez por las cosas que Clarke le hacía decir.

Si alguien más escuchara las palabras que Lexa le dedicaba a Clarke en la intimidad se moriría de vergüenza. No estaba acostumbrada a ser tan expresiva en público y Clarke lo sabía y a la vez disfrutaba ser la persona que sacaba aquella faceta de Lexa.

Clarke se acomodo de la misma forma que Lexa para devolverle la mirada y así apreciar el brillo juguetón que cargaba esa mañana. Sin pensarlo mucho, levanto su mano para regalarle suaves caricias en la parte de atrás de su cuello, justo donde empezaba uno de sus tatuajes. Lexa dejo escapar un pequeño ronroneo de placer por la atención recibida en esa zona. Clarke siempre le hacía caricias como esas luego de un estresante día

― Clarke... ― La rubia detuvo sus atenciones para prestarle atención ― ¿Estamos bien?

Clarke la observo por unos momentos sin saber exactamente que responder. No podía negar que la repentina llegada de Lexa le había devuelto parte de la paz que había perdido, el que pudieran hablar le había quitado un gran peso de encima pero aun así, aunque deseara regresar a Polis junto a ella, sentía que no era lo correcto.

― Sabes que las cosas no son como antes

― No has respondido mi pregunta

― No hay nada que responder ― suspiró ― Ahora mismo tenemos cosas más que...

― No quieres estar conmigo ― interrumpió ― No tienes que seguir creando excusas para decirme eso

No pudo evitar enojarse por la naturalidad en la que Lexa dijo aquello. Ella no estaba "Creando Excusas" Después de todo, el día en que formalizaron su relación a pesar de que existía paz entre los clanes, Lexa aun cargaba con la promesa de que su gente siempre iría primero.

― ¿Y tu si? A pesar de todo lo que te conté ¿Aun quieres seguir con toda esta locura?

Lexa la observo fijamente para luego dejarse caer de espaldas en el colchón, cortando todo contacto visual y concentrándose en un punto cualquiera del techo

You are the Only One (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora