EL BESO

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Me levanté más tarde de lo normal, Ana me había dejado dormir más de lo normal. El día anterior me peleé con Nathan, y no tenía ganas de salir del cuarto.

Alguien tocó la puerta.

- Pasa - respondí ante la llamada.

- Buenas dormilona, ¿no piensas salir de aquí? - era Samu.

- No me apetece.

- ¿Te vas a quedar aquí todo el día? Pues que aburrimiento ¿No?

- Ya, pero así no veré a Nathan.

- Leyre, no seas tan infantil, además, ha pasado algo.

- ¿El qué?

- Ven y te lo enseño.

- Vale...

Me levanté de la cama, me fui al baño y me puse el uniforme que me dieron cuando nos metieron en esta casa. Samu estaba fuera de la habitación esperando a que saliese. Entramos al salón, casi todos estaban en el sofá, menos Luh, Itziar y David que estaban donde antes estaba la tele, entre medias de ellos había dos nuevas personas atadas a unas sillas y con los ojos vendados. Tenía una sensación rara cuando vi a aquel chico.

- ¿Quiénes son? - exclamé.

- Si te hubieras levantado a la hora lo sabrías - me contestó Nathan, yo le eché una mirada asesina.

- Pues ni idea, cuando nos hemos levantado estaban desmayados en el sofá - David rebuscó es su bolsillo y sacó un papel - Y esto estaba encima de la mesa.

- Ahh... ¿Y qué pone?

- No os fiéis de nadie.

- Y una preguntita... ¿Qué hacen atados? - pregunté medio chillando.

- No sabemos que hacer con ellos.

- ¿Preguntarles por ejemplo? - ironicé - Solo es una idea ehhh. 

Fui a la cocina y cogí unas tijeras, andé hasta donde estaban los chicos atados y les desaté; A continuación les desaté las vendas de los ojos.

- ¿Quiénes sois?¿Y qué hacéis aquí?

- No sabemos nada, no nos acordamos - contestó un chico de pelo moreno y ojos claritos.

- Tiene razón, no sabemos nada, anoche estábamos en un bar y cuando nos despertamos nos estaban atando - dijo la chica tocándose las muñecas, las cuales tenía rojas. - Por cierto soy Dakota, y él es Dylan.

- Encantada, soy Leyre - me presenté - Es que son muy de primero hacer y luego preguntar, lo siento - Samu me agarró de la manga y me dirigió al pasillo.

- ¿Qué haces? - pregunté confusa.

- ¿Qué que hago?¿ Y tú?

- Ellos son como nosotros, nos ha metido la misma persona, así que no hay nada de que preocuparse.

- ¿Y lo de la nota?

 - Yo creo que es Manu.

- Bueno, volvamos - Samu volvió a tirar de mí hacía es salón.

- Y una pregunta... ¿Cuáles son vuestros "dones"? - Luh remarcó sus comillas con los dedos.

- Dylan tiene el de magnetiquinesis y el de ergoquinesis, significa que puede manejar el metal y quitar y ponerse los poderes de otra persona. Y yo, psicometría y clarividencia, puedo conseguir información de un objeto tocándolo y  capacidad de encontrar personas desaparecidas, sin conocerlas o haberlas visto.

- Molaa... - dijo David con cara de niño.

- Bueno, yo me voy a mi habitación.

Me giré y me fui, entré y me senté en la cama. Unos quince minutos mas tarde entró Dylan.

- Perdón, he debido de equivocarme.

- Puedes quedarte, no molestas.

- Vale.

- Siéntate si quieres.

Se sentó a mi lado.

- Una pregunta ¿No nos conocemos de algo? - pregunté girándome hacía él.

- No lo sé, pero cuando te he visto me has recordado a alguien, tenemos como una conexión o algo por el estilo.

- Si yo también lo... - de repente me besó, yo le seguí el beso, le empecé a quitar la ropa pero alguien llamó a la puerta.

- ¿Sí? - pregunté.

- Soy yo, Nathan. - se le oía desde el otro lado de la puerta.

- Necesito que te metas debajo de la cama - le susurré a Dylan.

- ¿Por?

- Es complicado, porfi. - al final cedió, le di un beso y se escondió.

- ¡Pasa! - grité.

Nathan paso y se sentó a mi lado.

- Hola - dije rancia.

- Halo, siento lo de ayer, el pasado pasado está, no sé por qué saqué aquel tema, es que te eché tanto de menos y esas cartas...

- No pasa nada, ¿te puedes ir? Es que quiero descasar.

- Claro.

Salió por la puerta y Dylan de su escondite. Esperamos unos cinco minutos y se fue, tenía demasiado sueño.

POWERS ||Trilogia PWRS #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora