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-De manera que salimos de la fiesta de Anissa, fuimos al Whisky Mist, y de ahí no sabemos nada más, ¿no? –pregunta Niall, metiéndose en la boca otro trozo enorme de huevos.

Por lo visto, la amnesia no sólo me ocurre a mí sino que él tampoco recuerda nada. Las únicas pruebas que tenemos desde después de la fiesta son los pases a Whisky Mist, los billetes de avión de Londres a Los Ángeles, y unas fotos de los dos en la discoteca, que mejor no tenerlas en cuenta, porque se nos ve bailando, con bebidas, riendo, y hasta hay un vídeo en el que Niall de repente se cae al suelo mientras yo, que sujeto su móvil, me descojono. En fin.

-Sí pero, ¿cómo fuimos hasta el Whisky Mist? –pregunto, revisando la hora. Son casi las seis y media-. Es decir, alguien nos tuvo que ver saliendo, o tuvimos que salir con alguien. ¿Has hablado con Sean, o con Brad?

-No. Es decir, sí. Me han enviado más fotos…. Pero no saben nada de lo de Whisky Mist. Y menos de Los Ángeles.

-Dios. Los Ángeles –digo, más bien para mí misma que para él-. ¿Cómo hemos acabado aquí?

-Eso no importa ahora. ¿Querrás más? –dice, señalando mi plato. Niego con la cabeza y le entrego mis huevos, prácticamente ni tocados-. Valie pero si no has comido nada.

-Sí, lo sé, es que no tengo hambre, no sé.

-¿Qué te pasa? ¿Estás preocupada por lo que ha pasado? Sí, es raro, pero no sé, mira el lado positivo; visitarás Los Ángeles. No es mucho, pero está bien…

-La verdad es que nunca me ha llamado la atención –repongo, quitándole importancia.

-Es tu primera vez, ¿no? Es decir, ¿es la primera vez que estás en Los Ángeles? Al menos desde que estuvimos, porque me acuerdo que dijiste…

-Sí –le interrumpo, asintiendo con la cabeza-. Es mi primera vez.

-Bueno, esta ciudad sólo sigue en pie por el la publicidad, paparazzis, famoseo… Y todo eso. Los turistas sólo vienen aquí por Hollywood, y ya está.

-Eso me anima mucho, Niall, gracias.

Sonrío y desbloqueo el móvil, revisando mis mensajes. Nada nuevo. Mi madre, que tenga cuidado y que llame a mi padre, Clem, que me informe de todo lo que esté pasando, Anissa, que le sabe muy mal cómo acabó todo ayer, Nate, QUE DÓNDE COÑO ESTOY QUE LE HE DEJADO PLANTADO, entre otros. Espero a que Niall acabe de comer a la vez que le pregunta al camarero algo sobre la puerta de embarque de nosequé.

-¿Puedo? –pregunto, señalando su jersey, apoyado en la mesa.

-Sí, claro. ¿Tienes frío?

-Un poco –admito. Se ríe, y se revuelve el pelo.

-Estamos en julio. En Los Ángeles –responde, mirando la hora, pero al ver que no le hago caso y me pongo el jersey, que me queda grande, pero es muy cómodo, él añade:-. Aún nos queda media hora.

-Uf. Estos días no tenía ni un segundo y ahora me sobran las horas.

-Ahora entiendo por qué no te había visto antes.

No esperaba ese comentario.

-Tampoco es que hayamos tenido posibilidades de vernos –mi tono no es cordial, pero tampoco seco.

-Bueno, volvimos de la gira hace poco más de una semana… Y no quería que la primera vez que nos viésemos fuera en la fiesta. No después de todo, ahí nos…

-Sí, sí, ya, te entiendo –digo, antes de tener que volverlo a recordar todo. No es que sea doloroso, pero delante de él temo que se me derriben algunas barreras-. No te preocupes. Tampoco es que haya estado escondida, es sólo que entre la universidad y las prácticas…

EnchantedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora