Capitulo 64

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Jessamine tomó el pañuelo de cerca y con el limpio la boquita de Erick quitando por completo la babita que el tenía, Erick sonrió abiertamente mientras la inspeccionaba detenidamente su manita se estiró hacia ella tomando el anillo de oro que colgaba de su cuello, Jessamine rió y se quitó el anillo poniendolo en la mesita de su lado, Erick frunció el ceño enojado por haberle quitado el anillo, pero Jessamine no quería que se lo metiera a lo boca y se atragantara, y ahora mismos su bebés se encontraban en una etapa donde todo lo que encontraban iba directamente a su boca

-tengan, mis amores-dijo Jessamine a sus dos bebés mientras le tendía un peluche que ella había mandando hacer especialmente para ellos y por supuesto tenía la forma de un dragón, Erick y Rhaella sonrieron y tomaron el peluche de la mano de su madre Rhaella lo abrazo, mientras que Erick metio un pequeño cuerno de tela en su boquita, Jessamine sonrió y acarició el mechon blanquecino de su cabeza esta vez más largo e intenso, a Jessamine le parecía curioso, sus dos hijos eran gemelos, y claro que se parecían, pero cada uno tenía una marca que los hacia únicos, su pequeña hija tenía sus ojos violetas, lo que hacia que se viera más hermosa, y su hijo los hermosos ojos azules de su padre un cabello blanco, pero apesar de esos cambios, cada vez que Jessamine miraba aquellos rasgos que heredaron de sus padres siempre se pregunta si no heredaron más que eso, el poder de Jessamine era parte de su familia, pero siempre saltaba una generación-aunque eso no paso con ella- estaba segura que ni Rhaella y Erick tendría su poder, pero los demás?, Pietro y ella tenían alteraciones en sus cuerpos que los hacía especiales, a el más rápido y a ella más peligrosa, entonces sus hijos serían alterados como ellos?, no, esa no sería la palabra que los definiría, poderosos, talvez?, meta humanos?, mutantes?, quién sabe, pero de una forma u otra, mutantes o no, Jessamine los amaba con todo su corazón

-Khaleesi?-preguntó Missandei mientras entraba a la alcoba acompañada de Daario Naharis, Jessamine fruncio el ceño mirandolos a ambos

-que pasa?

-el hijo de la arpia-dijo Daario mirandola-ha sido asesinado-Jessamine abrio los ojos sorprendida

-asesinado?, como?-Jessamine se levanto de la cama con sus bebés en brazos, estaban más pesados ahora

-Aronka, burlo a los segundos hijos y junto a otros liberados entro a las criptas, gusano gris y yo los detuvimos pero ya lo habían asesinado y puesto su cuerpo en la plaza para que todos los vean, con una nota en la pared

-nota?

-escrita a sangre, "Máten a los amos", decía-Jessamine tenso su mandíbula

-lleva a Aronak a la sala del trono, quiero hablar con el-Daario asintió antes de salir de la habitación-Missandei, cuida a los bebés porfavor-dijo Jessamine antes de pasar los bebés a los brazos de Missandei

-claro, khaleesi-dijo Missandei con una mirada preocupada

Era tarde, Jessamine supuso que apenas daban las cuatro de la tarde cuando se encontraba en la sala del trono y miraba a Aronka con cadenas en sus brazos y dos segundos hijos a su lado reteniendolo

-por que?-preguntó Jessamine mirandolo con seriedad desde su trono, Aronka se arrodillo frente a ella sin apartar su mirada

-por usted, Mhysa-dijo aronka en Valyrio-queria a la arpia muerta, lo sé, pero tenía las manos atadas, la libere, como usted hizo con nosotros

-era nuestro prisionero, aguardaba su juicio, no tenias derecho

-él preferiría destruir la cuidad, al ver a los esclavos alzarse

-ya no hay esclavos, ya no hay amos

-entonces quién vive en las pirámides?, quien lleva mascaras doradas y asesina a sus hijos?, cuando le abrimos las puertas de Meereen yo fui el primero en tomar el cuchillo por usted, recuerdo la cara de mi padre cuando lo hundi en el pecho de su amo que había cambiado a su hijo pequeño por un perro-Jessamine tragó en seco al escuchar aquellas palabras-mi padre murió en la batalla, y si deja que los hijos de la arpia nos vuelvan a encadenar, mi padre nunca habra vivido

The One: Queen Dragon (Pietro Maximoff) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora