"4° CAPÍTULO"

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La Tierra se ve majestuosa desde esta posición. Su hermoso color azul llama la atención de todo aquél que la mira de esta altura. Desearía ir, por tan solo un momento, a ella y volver a tocar el suelo firme y el mar tibio dándome la bienvenida. Mis fantasías se desaparecen cuando escucho que abren la puerta del Observatorio. Una figura borrosa se me acerca por la oscura sala y se sienta cruzando las piernas en forma de meditación. Mira la bolsa que hay en el medio de nosotras y saca chocolate de la misma.

- te hará mal si lo comes todo tu sola- dice Shayla dándome una barra de chocolate para luego morder la tableta que le quedo- no deberías estar en este lugar a estas horas de la noche- me avisa.

-eso debo decírtelo yo - le menciono. Ella solo suspira.

- hey ¿como estas?- esa es la pregunta que le hice yo en algún tiempo atrás. Esa pregunta le parecería estúpida a cualquiera que se le preguntara en estas circunstancias. Pero en realidad, ella solo se preocupa por mí. Shayla es la persona que sabe cómo me siento, ella tuvo una experiencia parecida o incluso peor que la mía. Ella siguió a su hermano a la milicia, después de un año que yo haya entrado para ser igual a él, ella lo tenía como modelo a seguir, pero la desgracia fue que en su tercer combate le dieron las indicaciones mal y eso lo llevó a la muerte. Después de esa catástrofe le hice la pregunta"¿como estas?" ella solo me gritó hasta cansarse, para luego desahogarse en mi hombro. En ese momento, Shay entendió la pregunta, esa pregunta es nuestro sinónimo de soltar nuestros sentimientos, y ahí, a los once años, nació nuestra amistad de mejores amigas.
Suspiro, para luego regalarle una sonrisa algo triste.

- si necesitas algo, solo avísame- dijo mientras me abrazaba. Creo que solo me queda superar esto, pero no olvidar, eso NUNCA.
El abrazo fue reconfortante, asiendo que se sienta como si fuera mi hermana. Aun que creo que ella ES mi hermana de corazón.

Hoy me di cuenta de las vueltas que da la vida; el día que comienza bien, puede que se vuelva el peor.


-hoy es el día de la misión más importantes de todas las que hemos hecho - dijo Pier con ilusión.

- si, pero ahora ¿quién va hacer nuestro teniente?- pregunté.

- no lo se, escuché que nadie quiere serlo- mencionó Marlett con tristeza.

- las personas andan diciendo que todos los que nos guían, terminan muriendo- Shayla se hizo escuchar. Y sí, los tres tenientes que tuvimos murieron en batalla con orgullo.
"Escuadrón Froy preséntese en la oficina del comandante" los altavoces hicieron acto de presencia

- ¡QUE!, hace tres días que no tengo un desayuno tranquilo-se enojó Pier- tengo una genial idea, vayan ustedes y luego me cuentan todo- dijo sonriendo para sí mismo- si lo sé, soy fabuloso- se peinó para atrás con los dedos. Shayla lo tomo del brazo arrastrándolo por el comedor, mientras que Pier hacía peso muerto y se quejaba de porqué tuvo que entrar a la milicia.


La puerta se abrió frente a mis ojos dejando ver la ya conocida oficina del comandante. Nos sentamos en los sillones como la última vez que vinimos.
La puerta se abrió dando paso al comandante, que se paró al frente nuestro.

- seré directo; nadie quiere ser su teniente, ya que su escuadrón se puede considerar suicida- eso me lo esperaba, las personas no están dispuestas a morir por la Tierra- tienen que elegir a uno de ustedes como su nuevo teniente.

Miro a mis amigos y todos están perdidos en sus pensamientos. Yo no quiero ser teniente, no me veo en ese cargo por ahora. Shayla no es la indicada ella usualmente solo llega al campo de batalla y dispara a cualquier Tack que se cruza por su mirada. Pier es demasiado infantil para estar al frente. Marlett creo que es la indicada, ella suele pensar en las posibilidades de ganar la batalla antes de tirarse a la boca del león.
En ese momento todos nos dimos cuenta que era Marlett la indicada. La miré con cara de que ella es la elegida y los otros dos también la miraron de la misma manera.

- no creo...-todos la nos acercamos a ella un poco mas- Okey, solo por esta vez - dijo suspirando- pero la próxima será Shayla- señaló a Shayla con dedo acusador. Ella solo sonrió con malicia.

- no cariño, ya tienes el cargo de teniente- respondió Shayla para luego reír de forma malvada.

-e~esto no, pero no estoy lista para tener un escuadrón, no puedo ni conmigo misma, y ahora tengo que liderar personas, esto no es justo- se habla sola.

- ya tienen a su nuevo teniente, señorita Wedert Marlett eres ascendida a teniente. La misión se retraso una para dos días; la razón no les importa. Ya pueden irse-


Los niños en la plaza se divierten en las hamacas. Saco todo el aire de mis pulmones, extrañando esos días en los que yo era la niña que se columpiaba.

- okey, ¿soy la única que se dio cuenta que el comportamiento del comandante era raro?- pregunté
- no sé nada, para mí se comporta como siempre- dijo Pier mientras se estiraba en el banco blanco al frente mío.

-que lastima que la teniente no pido venir- dijo con burla Shayla.

- ahora debe estar en las famosas reuniones que solo sirven para dormir - mencionó el único chico entre nosotras. Y en realidad es verdad lo que dijo. Una vez estuvimos en una de esas reuniones y Train no se quedó dormido gracias a los golpes que le daba detrás de su cabeza.

-¿por qué será que pasaron la misión para otro día?- preguntó Shayla.

- por los rumores de los soldados parece que en la Tierra, los dos escuadrones de defensa no están de acuerdo- respondí a sus dudas.

-Me molesta la estupidez humana, ellos allá con todo lo necesario, van a formar guerras entre ellos nuevamente; y nosotros acá peleando para defender lo que ellos destruyen - dijo la chica sentada a mi lado. Las palabras de Shayla te dejan pensando, y lo más triste es que es verdad.


"La guerra de la Humanidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora