Abrí los ojos al fin. Hoy es sábado y me alegra que lo sea, no por ser fin de semana, sino porque ayer volvió y hoy duele tanto mi cuerpo que no podría levantarme para ir a la escuela.
Ese demonio, luego de que al fin lo viera y sintiera lo que me hace, me ha cambiado mucho, desde el humor de la mañana... Como la ansiedad que siento cuando llega la hora de dormir.
Aunque no lo creas, oh, hermano mío, realmente me hace sentir bien estar con él.
Anoche, pude al fin gritar todo lo que quería, pues mis padres están fuera, y mi hermano en casa de mis abuelos.
Estoy sólo, completamente sólo.
Odio estarlo.
Pienso en ir a casa de un amigo, o algo así, pero, aún no tengo las suficientes fuerzas para levantarme.
Y quiero estar con él...
-Tsuzuku...-
Dije en un susurro inaudible, mientras mi mano descendía hasta mi entre pierna, imaginando que era su piel la que me tocaba.
Estoy perdiendo la razón...
- ¿realmente... Existes?- Comencé a masturbarme, pensando en él.
El sabor de sus labios rojos, que muestran una sonrisa cada vez comienzo gemir su nombre. Sus ojos tan claros y cálidos como su piel...
- nh... Ah... Tsuzuku...-
Sus manos suaves, las garras que marcan mis piernas cada vez que me penetra. Su cuerpo, delgado y pintado; realmente, nunca preste atención a los dibujos.
- ¡ahh...!-
Al cabo de un rato, mi alcoba se había llenado de gemidos y gritos. Al fin me corrí en mi mano.
Cuando mi acelerada respiración se calmó, decidí levantarme he ir a ducharme.
Y ahora pienso que hacerlo aquí hubiese sido una mejor idea, ahora tendré que mandar a la puta estás sábanas.
Al salir limpiecito, me vestí y salí de casa para ir a cualquier lugar.
No importa donde, sólo quiero ir a algún lugar donde pueda pasar tiempo con alguien...
Decidí ir a casa de Meto, siempre está sólo, y ya saben mi perspectiva con respecto a la soledad.
Pero Meto, por lo contrario, le gusta la soledad, pues, digamos a que aunque parezca estarlo, en realidad está siempre acompañado de su oso de peluche, Ruana, un extraño muñeco, el cual me da mal rollo, y aún más porque lo usa para hablar en lugar de sí.
Sí, soy una persona de gustos simples.
Llegué a su casa, su abuela me atendió y llevó a la habitación de mi amigo. Él está en una esquina de su habitación leyendo algún manga.
-Meto- lo llamé, su vista se dirige a mí, tan inexpresivo, frío, pálido y bonito como una muñeca de porcelana.
Tomó a Ruana y lo puso en frente de sí, mientras el oso de peluche me miraba.
- Meto pregunta, ¿por qué no avisaste que vendrías?-
- porque... Fue una acción espontánea-
- Meto sabe que no te gusta estar solo... ¿ocurre algo?- contestó.
- no... Está todo bien...- Meto baja el peluche y me mira fijamente con cara de "estaré loco, pero no soy estúpido".
- bien... Como dijo Ruana... Sólo quiero pasar tiempo con alguien, y a ti te hace falta compañía- dije dirigiéndome a él y sentándome a su lado, el volvió a hacer la misma acción.
ESTÁS LEYENDO
Incubo (Tsuzuku/Koichi)
Fiksi PenggemarA veces, el camino oscuro, es el que verdaderamente lleva a la felicidad, cuando ya no esperas nada bueno del mundo, ¿por qué no enamorarse de un demonio?