Ösword I

39 8 3
                                    

Fragmento I

Bajo el follaje, de un verde opaco pero vivo, que danzaba al compas de un viento algo molesto, se encontraba el grupo expedición reunido frente al crujido de las ramas siendo abrazadas por el incesante fuego que componía la inmensa fogata que daba luz y calor a todos. 

Luego de seis días y cinco noches, estábamos exhaustos y la llama de esperanza de cada uno se iba apagando lentamente.

Habíamos recorrido largos kilómetros de bosques, y parte de la gran Kihonah para lograr encontrar el río sagrado, la cuna de una de las civilizaciones más misteriosas de este mundo, pero no habíamos logrado hayar nada semejante.

Desde el monte, los grandes y frondosos árboles ocultaba lo que sea que hubiera allí abajo entre sus sombras. Y dentro del bosque la inmensidad del territorio, los frondosos arbustos y el terreno desnivelado hacia imposible el ver más allá de unos cuantos metros.

Pocos éramos lo que aún ciegamente creíamos que lo lograriamos. Después de un par de días más las discusiones vendrían acompañado de los cuestionamientos.

Cómo principal guía y precursor de esta odisea me sentía culpable por las aquejas de mis acompañantes. En especial de Timothy, el más joven del grupo.

Habíamos ya atravesado la sexta semana sin lograr hayar ningún indicio. Más de la mitad se había ido sobrepasando la tercera, y el anteultimo par hacía ya una semana.
Incentivé a Timothy a regresar con su familia, pero se negó, era mi más fiel acompañante pero lo estaba condenando.

Osvald Ösword había jurado regresar con su descrubimiento en la mano y me iba a negar a regresar sin nada así tuviera que perecer en el intento.

Dominik también se había quedado para lograr entrar a su pequeño hermano en razón. Creo que Timothy es incluso más necio que yo.

A la octava semana solamente nos alimentabamos con lo que lograbamos encontrar porque las reservas ya se habían acabado. Y he tendio un par de diferencias con Dominik por haberlos traído a la nada. No pude más que callar y recibir sus verdaderas palabrasz que no estaban lejos del error.

Pero había algo, tan intenso dentro mío, que me obligaba a que no abandonara la partida antes de luchar un poco más. Esa fuerza pura me dejó tan abrumado que hasta fingía comer para que Dominik y el pequeño Timothy tuvieran su doble ración.

Después de una intensa lluvia supe que el temporal de media primavera estaba por comenzar.

Esa era mi señal.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 19, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La sangre de KhothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora