Capítulo 15

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En las veladas posteriores Jefferson pasaba cada instante que podía cerca de Brooke. Ya no se acercaba a la señorita Marion, lo cual llamaba la atención ¿Por qué uno de los mejores partidos se había distanciado de la inalcanzable para estar en compañía de una joven completamente distinta? Y no sólo él, Lord Herdford también estimaba su compañía.

— ¿Me concedería este baile? — El señor Jefferson ya había bailado dos veces con ella, una tercera y ya estarían comprometidos. Brooke lo miró sorprendida, no podía negarle este baile alrededor de tantas personas ¿Qué tendría que hacer?, ya había habladurías al respecto.

— Señorita Henderson creo que este es mi baile— mencionó el marqués de Herdford.

— Así es, milord —respondió aliviada — lamento no poder bailar con usted— se dirigió a lord Standford —pero ya había prometido este baile.

— La esperaré. — Tras esas palabras había una promesa. Odiaba ruborizarse por sus palabras, pensó, mientras caminaban a la pista de baile.

— Es verdad lo que se rumorea entonces. — Comentó Demetri.

— ¿Qué se rumorea? —Pregunto distraída.

— Que mi estimable amigo la está cortejando — Brooke se tropezó y el marqués la sostuvo —tenga cuidado, si algo le llega a suceder, Jeff no sólo me fulminará con la mirada, también con las manos —se reía de la expresión de su acompañante.

Después de bailar, ella carraspeó.

— Si presta atención a los rumores, quisiera saber ¿por qué baila siempre conmigo?

—Qué directa— sonrió. — Porque me agrada conversar con usted.

— Conversamos en las veladas, no es necesario solicitar un baile para ello ¿cuál es el verdadero motivo?

— ¿Piensa que estoy mintiendo? — Se hizo el sorprendido — no sabe cómo me hieren sus palabras —se puso una mano en el corazón, se notaba que era todo un donjuán.

— No digo que esté mintiendo, sólo que está intentado ocultar algo más — el marqués se rió, atrayendo la mirada de las personas del rededor.

— Está bien, lo admito. Bailar con usted me ayuda a apartar a las jóvenes que tienen la intención de casarse.

— ¿No cree que yo podría malentender tanta atención por su parte?

— Claro que no — ya estaban llegando donde se encontraban los padres de Brooke —usted nunca ha dejado de querer a Jeff, aunque lo intente aparentar. — Ella trató de decir algo, pero no llegaron a salir palabras de su boca — hasta luego, mi querida señorita Henderson— le guiñó un ojo.

-o-

Jefferson seguía enviando regalos y ella los seguía devolviendo. Una tarde después hacer visitas junto a su madre, era un paquete el que le esperaba junto a una nota que decía:

"Espero que esto haya significado tanto para usted como para mí

Siempre suyo, Lord Standford"

No quiso abrirlo, pensaba que todo se desmoronaría si lo hacía.

— ¿Qué es? — preguntó curiosa su madre, refiriéndose al paquete que su hija había recibido.

— ¿Esto? —Su madre asintió —pues...

—Déjame ver — quitándoselo, lo abrió.

— No mamá, no lo abras, por favor.

— ¿Por qué no?

— Lo voy a devolver.

— ¿Por qué lo harías? Un regalo jamás se devuelve — Brooke se sonrojó — ¿no es el primero que devuelves? ¿Es alguien que no llama tu atención? —No respondió — ¿Quién es? — Como su hija no contestaba, se dirigió al mayordomo — ¿Nails?

— Del conde de Standford, milady.

— El conde de...— miró a su hija sorprendida — ¡El conde de Standford! — Casi gritó — ¿has devuelto todos sus regalos?

— Así es, madame— respondió el mayordomo.

— ¡Nails! — Brooke lo observó y escuchó cómo su madre rasgaba el papel.

— ¿Una caja musical? ¿Qué canción será? —dio cuerda al artefacto y empezó a sonar la melodía, una que Brooke recordaba perfectamente. Se trataba del primer vals que bailaron.

Tomó la caja y se la llevó a su cuarto, sin escuchar cómo su madre la llamaba.

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Me encantan las cajas musicales :D. Aviso este es el penúltimo capítulo, gracias por seguir esta historia :D.

¿Te casarías conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora