CAPÍTULO 16

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Me paré de pie y pensé <<Había un camino en frente del almacén donde estaba, así que lo único que tengo que hacer es andar en línea recta hacia el norte, y una vez encontrado ese camino, sólo tengo que seguirlo hasta llegar a la ciudad.>> Y todo eso tenía que hacerlo sin que me pillasen y a poder ser sin que me metieran un balazo.
Cuándo la llama estaba lo más viva posible en las ramas secas, agarré un palo, lo unté con resina y compartí el fuego de las ramas secas con el palo, hasta que una gran llama estaba sobre el palo.
Me puse en pie a duras penas, a causa del dolor de la herida, que seguía sangrando, agarré el palo y con la luz fui avanzando con cuidado de no caerme y de no hacer demasiado ruido por si alguien me estaba buscando.
Así que comencé a avanzar hacia el norte despacio, pero con una prisa interior que me hacía querer correr, aunque por miedo a tropezar y caer me resistí a andar con cierta prisa. Las temperaturas nocturnas en el bosque habían caído empicadas con respecto a las diurnas, aparte de la humedad que había, hacía un frío que te calaba hasta los huesos y te hacía tiritar. Estaba expuesta a sufrir una hipotermia en estas condiciones, pero si no seguía andando tenía probabilidades de que me encontrasen o de desangrarme directamente.
Fui a dar el primer paso, pisé una rama que cedió y se partió bajo mi pie y casi hace que me caiga, <<bien empezamos>> me dije; a este paso voy a acabar con una pierna rota también. La luz era tenue y no se llegaba a ver un metro alrededor de mi así que iba a tener que estar alerta, confiaba en poder andar un largo rato y avanzar un buen tramo, porque por la mañana la búsqueda iba a ser mucho peor. La herida me dolía mucho, me escocía, seguramente estaba infectada y no había manera de curarla o al menos aliviar el dolor temporalmente pero yo seguía andando rápido.
Continúe andando al menos por dos horas más, haciendo pequeñas paradas para mirar la herida. El alba debía de estar al despuntar, aunque la antorcha que tenía aún no había muerto, la luz era más y más baja cada vez. Lo peor que podía pasarme era quedarme a oscuras. Justo cuando estaba a punto de hacer una parada vi la carretera por donde subí camino al almacén, carretera que también bajaba al pueblo; me invadió una sensación de alivio. Con una distancia de al menos tres árboles en paralelo a la carretera comencé
casi a correr cuesta abajo.

Hooola, espero que estén pasando buenas Navidades con su familia y amigos, yo estoy intentando descansar del trimestre, que ha sido agotador, y esta tarde viene a mi casa una chica alemana durante un par de días. Dicho esto feliz Navidad y feliz año nuevo a todos❤❤❤❤❤

Hawaii Five-0       -Una Más-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora