CAPÍTULO 15

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Quite la tabla y el respiradero tenía buena anchura y seguramente podría pasar a través. Asomé la cabeza y me di cuenta de que la ventilación iba bajo tierra, lo que no sabía era dónde desembocaba. Así que entre al sistema de ventilación puse la tapa en su sitio y comencé a arrastrarme entre el conducto. Era de chapa y estaba bajo tierra así que estaba sudando y me costaba respirar, llevaba cuatro cargadores y la pistola encima, que por cierto se hincaba en mi cadera. Era cuestión de poco tiempo que se dieran cuenta así que gatee rápido, pasé por varias habitaciones por lo que creí y pasados un par de minutos vi la luz. Cuando llegué afuera vi que daba al bosque así que salí rápida pero silenciosamente y me puse a correr, y corrí hasta que me faltó la respiración y me paré, pero entonces escuché un ruido. Saqué mi arma y me puse a escuchar atentamente, porque podría ser algún animal, pero y si no lo era? Me coloqué detrás del tronco de un árbol y cuando oí ramas crujir salí, pero quien fuese el agresor me vio antes y me disparó justo debajo de las costilla derecha y cuando cruzó de un árbol a otro le pegué tres tiros en el pecho. Me acerqué a ver quién era, porque era seguro que estaba muerto. Era un hombre de unos treinta y pocos blanco, no tenía pinta de ser ruso, así que lo apoye contra el troncó de un árbol y me fui. Al parecer estaba lejos de aquel almacén puesto que no se escuchaba nada excepto el ruido del agua y el canto dé algunos pájaros. Hacía al menos tres o cuatro horas que había huido, porque estaba oscuro. Me fui acercando al río para lavarme la herida de bala, porque dolía como el demonio y no había manera de que me la pudiese sacar hasta que llegara a algún lugar que no fuera en medio de la selva. Intentaría avanzar durante la noche si conseguía hacer fuego para iluminarme al menos para andar, sino podía, descansaría por la noche y me pondría en camino durante la madrugada. Pero antes necesitaba limpiar la herida y cortar la hemorragia. Me acerqué prácticamente a oscuras a donde estaba el río, y cogiendo agua con la mano la llevé a la zona del disparo para al menos limpiarla y aliviar algo de dolor. Era imposible sacarme la bala y mucho menos cosérme, así que me apreté con la esperanza de que la hemorragia se detuviese pronto.  Me acerqué a un tronco caído que estaba seco y roído por las termitas, y alcancé una rama fina. Comencé a frotarla con rapidez durante más de un minuto, pero lo único que conseguí hacer fue un poco de humo. Dejé de frotar, respiré hondo, me limpié el sudor y volví al trabajo. Seguí frotando, cada vez más rápido hasta que el humo se fue intensificando y saltó una chispa, entonces acerqué unas ramas secas y prendió. Solté un suspiro de alivio sabiendo que al menos iba a tener fuego para no morir de frío y podría avanzar como pudiese por la noche. Me paré de pie y pensé <<Había un camino en frente del almacén donde estaba, así que lo único que tengo que hacer es andar en línea recta hacia el norte, y una vez encontrado ese camino, sólo tengo que seguirlo hasta llegar a la ciudad.>> Y todo eso tenía que hacerlo sin que me pillasen y a poder ser sin que me metieran un balazo.

Hey babys, si, podéis matarme, prácticamente estuve todo el verano descansando y relajándome, y ahora ya mañana vuelvo a la escuela, mi último año antes de ir a la uni, y tengo miedo. Aquí les dejo mi Instagram y mi Twitter por si quieren preguntarme algo o hablar conmigo: @evacobo6 (son iguales) Las quiero❤️❤️❤️❤️😘

Hawaii Five-0       -Una Más-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora