Seis

654 108 110
                                    

Nunca en la vida pensé ver a Joseph con un arma, menos amenazando a alguien. Su rostro reflejaba miedo, y eso es tan rato porque es pequeño y con una cara de niño de 12 años. Mi cara seguro es típica de una novela, cuando la mujer se entera que su esposo Ricardo la está engañando.

Y agregando que los chicos a los cuales apuntaba, eran más grandes que el, pero tenían una cara llena de temor, no podia creerlo. Esto es tan bizarro.

Muchos gritos, un disparo y un golpe en el rostro de Joseph, dejándolo noqueado en el suelo. El disparo fue para cualquier lado menos para alguno de esos tres chicos. Ellos cuando vieron a Tyler en el suelo, salieron corriendo. Y el callejón quedo en silencio, y yo estaba ahí, como un espectador.

Después de dos minutos o más de pensar, me di cuenta que Tyler estaba en el suelo, tal vez desmayado o no se, no soy doctor y por más que odie con todo mi corazón a ese chico, no podía dejarlo ahí, seria demasiado inhumano de mi parte. Ademas, que estuve mirando todo este tiempo y no me digne en separarlos o evitar que el estupido de Joseph quede en el piso noqueado.

Entre al callejón riendo un poco, si, ver a Joseph en el suelo me hacia reir, pero pare en frente de el, ¿en que pelotudes se habra metido?, volvi a reir pensando que alguien le habrá dado su merecido al este estupido chico y levante el cuerpo flaco de Tyler en mis hombros. Mi casa no quedaba muy lejos así que no me cansaría. Solo espero que no despierte, por ahora claro, tampoco lo queria muerto. Y tampoco era tan pesado.

En todo el camino no despertó gracias a todos los dioses que manejan esta mierda de tierra, pero solo que a los segundos de ya haber pisado el suelo de mi adorada casa siento a Tyler moverse y no se como haciendo, soltándose de mis brazos. Cayendo en el piso, nuevamente, solamente que ahora en mi living. Me rei al verlo, es tan estupido. Se levanto de golpe, quejándose y cuando me vio, se quejó más. Su rostro confundido me divirtio nuevamente, el se alejo un poco.

-¿En dónde mierda estoy y porque contigo?.-preguntó en un tono fuerte, rodé los ojos. Encima que lo ayudo se viene a hacer el malo, palazo.

-Bájame ese tono.-obligue, encima que lo ayudó.-Te encontré en un callejón casi muerto y me has dado mucha lastima, te cargue hasta aquí y bueno, eso.-explique, no le dije lo de el arma y eso, sería explicar mucho y prefería que piense que no vi nada más. Ademas, que tal vez estar involucrado en eso no era bueno y yo no buscaba mas problemas.

-Oh. Está bien.-dijo, y cuando se levanto, volvió a quejarse y tirarse de nuevo en el piso.-Mierda, la espalda.

-Esa frase la dijo mi abuela unas ochenta mil veces.-dije, Tyler rodó los ojos.-Te has caído dos veces en el día tal vez.

-Si, tal vez.-dijo dudando.-¿Puedo pedirte algo?.-asentí, el soltó una risa.-Ayúdame a pararme.

-Uhg.-me queje pero de todas formas lo hice, alzándolo para ayudarlo a sentarse en el sillón.- Maldito anciano.- el renegó.

-No puedo ni girar la cabeza, que me dices anciano. Cuando pueda, juro matarte.-dijo enojado, cosa que no causa miedo porque, vamos, es Tyler.

-Me debes un graaaaaan favor.-dije sonriendo. El bufo.

-Solo te voy a pedir algo.-dijo ignorando lo que le habia dicho.

-¿Podría quedarme aquí, uhm, unas horas tal vez?.-pidio avergonzado.- Hasta que el dolor pase un poco, ahora no puedo pararme, apenas puedo me ire, lo prometo.

Una hora no sera nada, llegare a esa maldita fiesta que voy obligad-amente, claro ademas que no lo podria hechar si ni pararse puede, seria otra cosa muy cruel de mi parte. Asentí, el sonrió y se acomodo en el sillón. Sonrei, tal vez esto podria hacer que nos llevemos mejor, no para que seamos amigos, pero si para poder dirigir mejor al equipo, si despues de esto no tenemos porque mirarnos la cara.

-Esta bien, solo una hora. Aun te odio.-dije, sentándome a un lado.- Espera, ¿quieres un cerveza?.

-Lo se, y yo también lo hago.-se en congio de hombros. Sonrei.- Si, por favor.

-Pues, levántate y ve a buscarla.-empece a reir. Claro, ¿entienden?, el no puede pararse, dios que genio soy. El no hizo ninguna mueca.

-Que gracioso Dun, casi me haces reir como esa vez que te gane 5 a 0 en una final, dios ese dia casi me desmayo de la risa.-dijo egocéntrico. Yo pare de reir, hablar de mis fracasos no era nada divertido.

-Estas en mi casa, querido. Compórtate.

-Tu empezaste.

-Yo puedo hacer chistes sobre tu estabilidad pero tu no sobre mis fracasos. Mi casa, mis reglas. 

-¿Podemos hablar del beso entonces?.-pregunto, con una pizca de picarda. Pode los ojos.

-NO.-dije severo.- ¿Sabes que?, traeré unas cervezas antes de que te pongas idiota.

El asintió feliz. Nosotros como deportistas no tomamos mucho, ya que es algo que dejamos cuando nos empezamos a centrar en el juego, pero quien dijo que no se puede pecar solo una vez. Fui hacia la cocina, saque un par de latas de cervezas, tenia un monton mas, pero solo las consumia cuando estaba alterado. Y bueno, Tyler me altera, demasiado. Llegue al living y lance una lata hacia el, quien la atrapo fácilmente. La abrimos al mismo tiempo y sonreímos, larga noche esta.

Despues de un par de cervezas, bueno, no un par, unas diez mas o tal vez mas, no lo se ya estabamos en "confianza" riendonos de algunas anecdotas que teniamo, algunas trampas o peleas y no parábamos de reir. Se que no recordaria nada despues, pero era bueno despejarme un poco, y tal vez raro ponerse en pedo con tu enemigo, pero en este mundo no existen las reglas. El celular me vibro unas diez veces y se que era Ashley, tal vez ya era hora de la fiesta o ya habia terminado, pero les juro, que no me importa.

-El 04/09/15.-dijo Tyler, recordando.- Ese dia, dijiste que te había tirado del pelo en pleno partido y por eso me expulsaron. Maldito marica.

-¡Eso si fue cierto!, eres un animal cuando vas perdiendo.-dije riendo y el me imito.- Ademas, no es mi culpa que ya hayas cometido otras faltas, estupido.

-Tu eres el estupido.-dijo, y me tiro una lata de cerveza en la cara.

-Oh, tu estas buscando que yo me enoje.-dije amenzante, el empezó a reirse y me gusto, su risa me gusto y quise que lo haga de nuevo.- Hazlo otra vez.

-¿Hacer que?.-dijo timido, un poco perdido.

-Reírte.

-¿Por que?.-me acerque un poco mas, no se lo que estoy por hacer pero, no quiero alejarme.

-Me gusta.

El también se acerco, y sin saber porque lo hacíamos...nos besamos. Esta vez no fue una confusión, pero si un error. Ninguno estaba consiente, y mejor aun, mañana no recordaríamos nada de lo que paso. El beso duro mucho, cuando nos separamos por causa de falta de aire, nos volvimos a unir, pero esta vez mas desesperad amente. Me atreví a meter mis manos por encima de su remera, y el en despeinar mi cabello. Sonreí en medio del beso torpe, parecía ya no olerle la espalda.

-¿Que estamos haciendo?.-pregunte agitado, mas perdido de lo usual, deseando volver a besarle.

-No lo se, pero no pares.-y volvio a atacar mi boca.

Una noche muy larga.

sømëtîng;jøshler Donde viven las historias. Descúbrelo ahora