Hoy me sentí terrible al escuchar los gritos de la pareja de mi compañero de habitación.
Luego de que aquélla bruja se fuera, él comenzó a llorar, lamentando estar en su posición, sin poder hacerse cargo de, por lo que tengo entendido, sus tres hijos.
Me recordó a la primera vez que le respondí a Yoongi.
Ese último tiempo, decidí olvidarme como fuera del actual pelinegro, y Hobi hyung me propuso empezar una relación con él.
Él dijo que no podía seguir así, que con Min no era feliz, y aunque sea triste, no le quitaba lo verdadero, así que dije: «¿Por qué no?»
Así que sí, Jung Hoseok y yo éramos pareja, y todos en la casa parecían haberlo notado.
Nos la pasábamos juntos, entre caricias, risitas y besos, era justo como me hubiera gustado estar con Yoongi, pero en su lugar, había otra persona. Tal vez así debió ser desde el principio.
Un día, Yoongi llegó rojo de la ira, azotando las puertas y hasta pateando los muebles, rompiendo unos cuantos adornos.
Me tomó del cuello de la camisa, levantándome del regazo de Hoseok hyung y llevándome casi a rastras a su habitación.
—¿Que coño te sucede? —Pregunté confundido.
—Eres una zorra, ¿como te da la cara para engañarme con uno de los miembros? —Escupió, mirándome con asco.
Exploté.
—¿Perdona? ¿Engañarte dices? —Exclamé, soltándome del agarre de Yoongi. —¡Joder, Min! ¿De verdad eres capaz de decirme eso luego de humillarme de tantas maneras? —Lo miré, mientras sentía las lágrimas queriendo salir de mis ojos, pero no las dejé salir, no frente a el, no de nuevo. —Me haz gritado, me haz insultado, me haz engañado, ¡me haz golpeado, Min Yoongi! —Grité, golpeando su pecho por cada palabra. —Tú mismo me haz dicho que no estarías NUNCA con alguien como yo. —Dije entre dientes, mirándolo con rabia, pero nunca con odio. Yo no podía, ni puedo odiarlo, por más que quisiera. —Así que, agradecería que no me vengas con tus mierdas de novio celoso ni todo el teatro, ¿está claro, Yoongi? No. Quiero. Que. Te. Me. Acerques. —Repetí cerca de su rostro, esperando a que entienda. El rió.
—Es tan irónico que yo pueda tenerte comiéndome las bolas con sólo un chasquido de dedos. —Me miró con superioridad. El maldito me conocía. Sabía que aún seguía enamorado de él, aunque no debería.
—Eso eras antes. Ya no más. —Mentí. —Me dí cuenta de lo triste que era seguir amando a alguien tan asqueroso como tú, cuando Hoseok está ahí afuera esperándome. Él sí vale la pena. —Lo miré con todo el desprecio que pude, acercándome casi amenazándolo.
—Como si fueras capaz de amar a alguien. —Sonrió con malicia. —Tú no puedes pensar en nada más que en que te jodan el culo, como la zorra que llegas a ser. ¿A él también le dices "Daddy", bebé? —Fingió un puchero —¿A él también le modelas ropa erótica, "gatito"? —Rió fuertemente, burlándose de todo lo que solía hacer con él, y joder, nos encantaba, a ambos, no podía negarlo.
Y juro que se me escapó la mano.
Juro que yo no lo quería golpear.
O bueno, sí, quería.
Mi mano fue a parar a su mejilla, y mi rodilla... ahí abajo.
—Eres un ser despreciable, Min Yoongi. —Y salí de la habitación, volviendo a mi lugar con mi nueva pareja, rompiendo en llanto.
Era tan triste que el amor de mi vida me hable así.
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Escribí esto mientras escuchaba first love 💔💔💔💔
