II.

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¿Recuerdas nuestra primera cita? Yo sí, me hiciste recordarla en nuestro aniversario de dos meses.
Luego de llamarte a media noche anhelando escuchar tu voz, te invité a salir. El mismo día que por primera vez tu presencia llegó a mi vida, te invité a salir.

—JinYoung, es media noche —la voz de GongChan se escuchaba débil, ronca, con un volumen bajo, la llamada de JinYoung le había despertado —. ¿Necesitas algo?

—GongChan, sé que hoy nos conocimos, sé que prácticamente sigo siendo un extraño para ti, sé que probablemente me rechaces —JinYoung hablaba de una manera agitada que delataba su nerviosismo —. Sal conmigo mañana.

—JinYoung...

Te invité a salir porque tu encanto me hechizo desde el instante en que cruzamos miradas.
Tardaste en responder. Estaba seguro de que recibiría un rechazo de tu parte. Veía venir el momento en que suspiraba decepcionado mientras mi reciente corazón roto me impedía conciliar el sueño.

—Sí.

Pero aceptaste.

—Sí quiero.

Me emocioné. Fui feliz. Sólo esperaba el momento de reencontrarme contigo.

Saldré contigo mañana.

El por qué aceptaste es información que hasta el día de hoy no poseo.
Gracias por aceptar salir con este chico bobo que te invita a salir desde el primer día que te conoce.

Fue un cita perfecta. Comimos en un restaurante de sushi y la comida te encantó. Caminamos por el parque y tu sonrisa estuvo siempre presente. Terminamos pasando el resto del día juntos mirando el sol esconderse desde la azotea del edificio donde vivías, ahora creo que haz regresado a él. Tomé tú mano y me acobardé a besarte. En ese instante en que una paleta de colores naranja y amarillo iluminaban tus atrayentes ojos sólo había dos opciones: besarte y sellar nuestra cita con un momento único bajo la puesta de sol, o seguir admirandote y evitar el posible hecho de que me golpearas por besarte el segundo día que pasamos juntos. Elegí la segunda opción.

Me besaste.
La calidez de tus labios logró transportarme a un universo nunca antes habitable, donde los problemas no existen y la palabra amor es usada con frecuencia. Un universo que ambos creamos. Un universo que ya no existe.

Recreaste ese cita. No reconocí el restaurante de sushi. Te hice enojar. Casi haces un drama en el restaurante. Logré calmarte comprando tu rollo favorito. De nuevo sonreías.
No fue mi intención no reconocerle. Desde ese día ya no lo he vuelto a olvidar. Desde que terminamos cada mes vuelvo a ese lugar.
Caminamos juntos por el mismo parque y admiramos la puesta de sol desde un punto distinto de la ciudad; desde el que pronto sería nuestro hogar, el que compartimos por poco tiempo y aún así todavía puedo sentir tu alegre presencia dentro de él. No te preocupes por ese pequeño lugar, haré lo que me dijiste que hiciera con él; lo venderé.
Nuevamente me besaste. En tu mirada veía la alegría por pasar ese día juntos y la decepción que causé en ti por no besarte.

Perdón por no reconocer el restaurante de sushi.
Perdón por no atreverme a besarte en nuestra cita.
Perdón por no haber logrado que esos dulces labios que posees se hayan quedado conmigo.
Perdón por no tener el valor de conservar nuestro hogar.

P e r d ó n ; JinChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora