X.

109 23 1
                                    

¿Qué iba a hacer yo si te ibas? ¿Qué iba a pasar con nosotros? ¿Qué iba a pasar contigo? ¿Qué iba a pasar con la casa? ¿Qué iba a pasar con el amor que prometimos duraría toda la vida?

La mitad del armario se vacío. Tus fotos de la infancia ya no colgaban de la pared. Tu lado de la cama estaba intacto. Había cajas junto a la puerta que contenían tus pertenencias personales.
Aún no te ibas y ya me dolía tu ausencia. La mitad de mi vida se escapaba contigo.

—¿A dónde irás?

—Iré con mis padres, después veré si puedo recuperar mi apartamento.

—¿Y la casa?

—Vendela, no me importa recibir parte del dinero.

—¿Ya no me amas?

—JinYoung, nuestra relación se acabó hace semanas. Ahora me doy cuenta que tardé en irme.

Podía retener tu cuerpo para que te quedaras conmigo en un abrazo que atesoré como nunca pensé atesorar un abrazo, pero no pude retener el amor que ya no me transmitías.

—Cuídate mucho, JinYoung.

Te marchaste. Diste media vuelta y desde entonces no he visto tu atractivo rostro.

—Te amo...

Espero que hoy en día ya sepas cocinar, espero que más ofertas de trabajo te hayan llegado después de esa gran oportunidad pérdida, espero que HongBin sepa cuidar de ti y te de todo el amor que yo ya no puedo darte.
Por mí no te preocupes.
Voy a vender la casa. Dejaré de ir al restaurante de sushi. Dejaré pensar en ti durante los días lluviosos. Ya no veré los atardeceres con aire de melancolía. Te enviaré tu ropa. Ya no sufriré por la falta de tu cercanía. Después de esto te olvidaré. Te olvidaré como debí hacerlo hace cinco meses.

Suerte en tu vida, Gong Chan Shik.

Y por último te pido perdón por todas la veces que te pedí perdón.

P e r d ó n ; JinChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora