16.-Naiko Maraco.

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Cuando estoy viajando me gusta ir mirando el paisaje con la ventana abierta, sentir el pelo en la cara a causa del viento y los distintos olores que se desprenden a medida que vamos alejándonos del punto de partida.

No me gustaría preguntar de dónde sacó el Bestia un "pan de molde" para viajar y por eso mismo no pregunté, quedándome sentada en el asiento de copiloto mientras le hago compañía al Jaime quien iba manejando.

-Te prefiero a ti de acompañante que al Nico- reconoció el barbón.

-¿Por qué?- pregunté divertida y curiosa por la confesión.

-No webiai tanto como ese weon.

Solté una risa y apoyé mi mejilla en la mano. Suspiré y me concentré nuevamente en el paisaje del viaje. Me estaba molestando estar viajando sin música, por lo que saqué mi cable usb, conecté mi teléfono a la radio y comencé a poner música. Ninguno de los weones discutió sobre la música, supuse que les importaba un pico.

Volví a mirar el paisaje mientras escuchaba la música, los murmullos de los chiquillos hablar atrás y el silencio de la concentración del Jaime en conducir bien y no matarnos a todos.

-¿De quién es esta canción?- me preguntó el Jaime sacándome de mis pensamientos.

-Maroon 5- contesté con una sonrisa y poniendo mi pelo tras la oreja.

-SHE WILL BEEEEEEEEEE- cantó el Nico desde atrás- LOVEEEEEEEEEEED.

Los chiquillo comenzaron a aplaudir al ritmo de la canción y yo reí.

-Look for the girl with the broken smile. Ask her if she wants to stay awhile- canté gritando y miré a los chiquillos para atrás.

-AND SHE WILL BEEEEEEE LOVEEEEED- cantamos todos gritando, incluso se sumó el Jaime.

La canción terminó y yo me metí al teléfono para buscar otra canción para cantar.

-Canción culia vieja- río la Feña- ponte otra.

-En eso estoy, calmao.

Seguí poniendo música, llegando hasta la cumbia, reguetón viejo, rock ochentero y todas las canciones que se nos ocurrían. Tenía una mano afuera de la ventana con un cigarro para evitar que el auto se llenara de humo, el Jaime no iba conduciendo a tanta velocidad, por lo que el viento no molestaba tanto.

-RAYANDO EL SOL- cantó la Feña a todo pulmón.

-OH EH OH- la siguió el Nico.

-DESESPERACIÓN- cantó el Naiko.

-ES MÁS FÁCIL, LLEGAR AL SOL QUE A TU CORAZÓN- canté junto con los otros weones.

Paramos a echar petróleo en una copec y bajamos todos para aprovechar de estirar las piernas. Fui a comprar más cigarros, chicles y una botella de agua mineral y también de pasar al baño ya que estaba que me meaba.

Cuando estábamos todos listos tomamos la decisión de cambiar puestos. Se iría manejando el Oscar y de copiloto la Cristal, ella se ofreció de voluntaria, qué raro.

-DALE CHOFER, QUE ANDA CHUPANDO PICO- cantaban los chiquillos entre risas.

Miré a la Feña y ella levantó los hombros dándome a entender que tenía pico idea de qué estaba pasando, por lo que preferí reír y dejarlo pasar.

Llevábamos más de una hora de viaje, casi una hora y media, cada vez quedaba menos. El Edgar me tenía sujeta de un hombro mientras conversaba con los chiquillos, me di media vuelta para mirar a la Feña que estaba atrás mío.

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