Dogmatismo

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Y el viento sopla, con su aire frio, a las hojas maduras que se encuentran como crujiente manta en un suelo fértil. Este nuevo viento me hizo pensar en el fluir de nuestra sociedad.

Y camino por senderos convincentes. Camino por verdades mentirosas, por mentiras verdaderas.

Nos creímos un viejo cuento de interpretaciones, sin darnos cuenta que estamos sumergidos en aquella mentira sumamente sensual que nos guía como nación. Ella es la reina más hermosa que no deja de sorprenderme, ella es interpretación erótica que me besa días placenteros. Ella es el refugio en momentos de tristeza y caricias impuras, penitentes. Ella es parte de la pluralidad de la persona, ella es la esencia de toda una sociedad infalible. Ella es dogmatismo porque la construimos dogmática.

Ella es el instinto mismo que una vez quisieron suprimir con el instinto de creerse más poderosos, más racionales. Todo fue impulso natural que se encubría en ropajes cultos, eruditos. Nos creímos personas por poder suprimir el instinto animal inalienable con el que nacimos, pero solo somos aquellos animales que luchan por mandar, por el poder, vistiendo ropajes cultos para encubrir lo instintivo, argumentando nuestras acciones animales. Y hasta somos los peores animales por no aceptar nuestra condición, por avergonzarnos de ser seres impulsivos.

Y una pausa de silencio calla mi mente. Me encuentro todavía caminando por macizos que ocultan lo natural, me encuentro rodeada por edificaciones artificiales que me asfixian y se ríen, me llaman ¡Mortal!, yo los llamo ¡Engaños!

Lo bárbaro es lo civilizado. Lo civilizado es la sábana que oculta la naturaleza, es vergüenza, mediocridad, humanismo, inaceptabilidad con que convivimos. Dónde quedó nuestra madre, ¿y lo que queremos? Lo dejamos atrás porque nos hacían menos personas y más animales. Debemos oprimirnos para sobrevivir, debemos ser más indigentes para vivir, y debemos rechazar lo que somos para existir.

Comienzo a caminar más deprisa, con mis pensamientos no llegaré a mi destino, ¿Mi destino?, ¿A dónde quiero ir?, acaso, ¿Sé, dónde vamos?, ¿Vamos?

Otra vez...

Anotaciones intempestivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora