La eternidad del momento... Esa eternidad que guarda el instante, en el que estás feliz. Que, de repente, te das cuenta. Y piensas que eso no puede cambiar, que siempre será así, que no puede acabar. Te sientes tan bien que no puedes hacerte a la idea de que eso en algún momento termine. Y te aferras a ese pensamiento de "esto es para siempre... debe serlo". Que por más que intentes pensar fríamente, tus esperanzas más profundas te recuerdan una y otra vez esa gran mentira: que la felicidad es eterna. La felicidad posiblemente no sea un estado, una meta, algo que una vez consigues mantienes para siempre. Para mi, son instantes, a veces más seguidos, a veces menos... Pero no la puedes retener, se te escapa, fugaz. Así que simplemente persíguela y disfrútala cuando la toques.
La felicidad,
libre, libertad...
Tan libre, LIBRE es ella...
Que no la podrás atrapar.
r.v.