Estaba lloviendo esta tierra...
y yo no he salido.
Lo he anhelado...
en mi cobijo.
Y ahora que apenas gotea.
Que el suelo se seca.
Mi locura grita.
¡Exige condena!
¡Cobardía del alma mía!
De no hacer lo que se quiera...
Miedo a qué se dirá, siempre!
Bocas curiosas sentencian.
Mas qué pecado tendrá
mojar tu cuerpo en vida pura!
En pura vida, agua fría... tarde dura.
Qué pecado tendrá
bañarte en el libre hechizo!
Mojarte con tu soltura...
¡Librarte de la amargura!
r.v.