Recuerdo cuando me propusiste matrimonio, era la boda de tu prima.
Estábamos en la mesa familiar cuando cogiste tu copa y un cubierto, pediste atención, te sentía nervioso. Me tomaste de la mano y besaste mi frente. Dijiste lo mucho que me amabas, lo enamorado que estabas de mí. Desabotonaste tu saco, sacaste una cajita transparente, y mirándome dijiste "¿Te quedas conmigo?"