Tocaba clase de Historia y el profesor no había llegado. Nunca fui buena en ese curso, y en la prepa no sería la excepción.Sería el comienzo de un día maravilloso.
Estaba muy cansada, había pasado parte de la noche anterior y toda la madrugada estudiando LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, y al fin logré entenderla. Así que me recosté en la carpeta, me prometí que solo sería una ojeadita.
Y te vi.
Tú también estabas recostado, estabas mirándome. Y te dormiste mirándome, como si quisieras tener mi rostro en tu sueño.
Llevaba un mes en el mismo salón, contigo, y hasta ese momento no me había percatado que te sentabas a dos pupitres a mi izquierda.
Definitivamente, ese jueves, fue un día maravilloso.