Quizá no

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Llega un momento en que las promesas y las personas ya no te importan, pero aún te duele. Te duele porque sigues creyendo que la amistad existe, y que las promesas están hechas para ser creídas. Pero ese momento queda así, y ya no te importará aunque duela.

Me pregunto si lo mismo te pasa.

LB.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora