Síndrome de Estocolmo (Bill Kaulitz FF)

Capítulo Cuatro. Pistas y sospechosos

Tengo MUCHO trabajo :(((((

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-¿Cómo? – Preguntó Bill al Sr. Perkin cuando subió al ascensor, había tenido que salir luego de recibir una llamada de la estación, no había ningún asesinato, pero al parecer habían intentado ingresar a la casa de un policía retirado.

Miró a la chica que pasaba por su lado, ella se cubrió la cara, pero pudo ver claramente una excesiva y gruesa capa de maquillaje, le pareció extraño, no recordaba haberla visto de esa manera las últimas ocasiones, pero tenía otras cosas de las que preocuparse, por lo que sólo observó como la chica salía del ascensor.

-Mi hijo Erick es un poco pretencioso...a veces; me dijo que él había tomado el cuchillo y lo había llevado a la escuela, algo de un proyecto acerca de sus últimas vacaciones...usted no tiene que venir, él dijo que un maestro le quitó el cuchillo mientras lo enseñaba a sus compañeros después de clases.

-¿Y por casualidad usted conoce el nombre del maestro? – Bill se metió en su coche y lo encendió mientras el hombre respondía.

-Sí, su nombre es Kevin Young. Creo que enseña historia, lo he visto sólo una vez, no puedo asegurarlo pero él no luce como un asesino.

-Gracias Sr. Perkins. Eso es todo – Dijo el rubio y colgó el teléfono antes de partir rumbo a la estación. Sólo había tenido tiempo para beber una cerveza antes de salir; ni siquiera había cogido el abrigo.

Las cosas no habían sido siempre así; Bill comenzó como un oficial de policía y le gustaba su trabajo, pero aspiraba a más, por lo que se había convertido en detective. Había demostrado que era bueno interrogando, sacando de quicio a la gente, pero siempre había descubierto el crimen. Esto no era la excepción, pero era el caso más complejo que había tratado, y no quería que pasara demasiado tiempo antes de encontrar al culpable de los cinco asesinatos.

Mientras corría dentro de la estación, se encontró a Listing sentado en la sala de juntas con el capitán Schäfer. Fue a buscar a Emma; ella estaba sentada sola en una mesa de la pequeña cafetería.

-¿Qué necesita la señorita Acongojada? – Dijo Emma con el vaso de papel en su mano antes de tomar un sorbo de café. Bill no apreció la broma.

-Necesito que me ayudes – Emma levantó una ceja; por supuesto que necesitaba ayuda ¿qué mas podría necesitar de ella?

-¿Con qué?

-Necesito que busques a Kevin Young en el sistema. Cualquier cosa que encuentres, háblame.

-Está bien, lo haré en seguida. ¿Es un sospechoso en el caso del asesino 47? – Bill encogió los hombros, la prensa lo había llamado así y ahora todos en la estación lo hacían.

-Puede ser.

La verdad era que no había pistas y lo único que Bill podía pensar era que tal vez Perkin estaba incriminando al joven, o tal vez el joven podría ser el asesino, no había conocido al hombre así que aún no lo podía contar. Los otros sospechosos eran el grupo de policías viejos y jubilados cuyas esposas "eran perseguidas".

-Debo irme ahora, llámame si encuentras algo – Señaló con el dedo la cara de Emma; ella agitó la cabeza y puso los ojos en blanco.

-Y si a las 4.00 am descubro una chica deshuesada, ¿podría interrumpir? – Bill ignoró su comentario y se volvió hacia el otro lado para entrar en la sala de juntas con Listing y Schäfer.