►Cap. 2 || La Entrevista

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La alegría inundó el cuerpo de Simon mientras caminaba hacia la dirección indicada en el papel que recibió el día anterior. Si bien aún no había firmado ningún documento, estaba seguro que Raphael lo aceptaría. No es por no ser modesto, pero solía agradarle a cualquiera que se le cruzara por el camino. Entró. Piso 20.

"Genial" – dijo para sí mismo –"Todos los ascensores ocupados"

Empezó a cantar para que el camino se le hiciera menos abrumador y agotador. Últimamente había escuchado tararear a Maia unas canciones españolas que al principio le parecieron raras, luego estúpidas, luego doblemente estúpidas..., pero al final se las había grabado.

Sabía que ni el ritmo de la canción tenía coherencia alguna, pero no le importo. Después de minutos llegó y a pesar de su agotamiento, su sonrisa no desapareció. Se disponía a entrar a la oficina cuando una señorita lo retuvo.

—Disculpe, ¿Quién es usted?

—Me llamo Simon Lewis ... 

La joven  llamó al teléfono. Después de varios "Si" "No" "Aja" "Por supuesto", habló.

—Puede pasar

Simon asintió con la cabeza y rodó la manija de la puerta. Sintió como a todo su cuerpo le dio un escalofrío al estar completamente dentro de la sala. Alzó la mirada y se encontró con Raphael Santiago de espaldas, mirando a la ciudad o tal vez al vacío. ¿Se debía sentar? ¿Saludar?

—Siéntate —Bueno, al menos él ya tenía algo que hacer en vez de estar parado como un idiota. Obedeció y Raphael continuó hablando sin cambiar su posición.

—Sólo tengo una pregunta para ti... —Él parecía no recordar su nombre

—Simon —Habló para que no resultara incómodo que se olvidará de él.

Ahora sí que volteó y su mirada se posó en la del chico. Parecía estupefacto. Quedaron así por algunos segundos antes de que Simon cortara ese momento desviando la mirada hacia otro lado. Eso era incómodo.

—Bien... Simon ¿Lewis, verdad? —sin esperar una respuesta, continuó hablando— Como te decía... —Raphael parecía nervioso—. Sólo tengo una pregunta para ti —Estando de pie colocó sus manos en el escritorio y se inclinó ante él— ¿Por qué quieres el trabajo?

"Era una pregunta sencilla"

—Bueno, yo... quiero... el trabajo —¿En verdad lo quería?— Ahora que lo pienso...

—Disculpe, Señor —Era la secretaria que interrumpía la charla e hizo que Raphael se colocara de pie y avanzará hacia ella— Llegó un sujeto y atacó la oficina, está retenido con Matías.

Este asintió y observó cómo los dos salían. Aprovechó el momento y marcó el número de Maia. Una timbrada, dos a la tercera contestó.

—¿Simon? ¿Qué pasa? ¿No te aceptaron? ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Te voy a ver?

—Maia, si soy yo, no pasa nada, no sé si me aceptaron...– dudo– ¿Cuál era la otra pregunta?

—Eres un idiota, pensé que algo iba mal. ¿Cómo que no sabes si te aceptaron?

—La verdad es que Raphael tiene una mirada muy profunda es —pensó en lo que iba a decirle—  algo intimidante

—No creerás que quiere liarse contigo ¿Verdad? —escuchó como su amiga se reía— Serías un tonto si dejaras pasar esta oportunidad. Es sencillo Simon, vas, haces el trabajo, recibes el dinero y fin.

—Como tu lo dices parece tan sencillo... no dirías lo mismo si estuvieras en mi lugar.

—Eso es porque sólo se dibujar personas echas a palos y lo tuyo es otro nivel... además...

—Maia —la interrumpió escuchando que detrás de él la puerta se abría— Te tengo que colgar. Adiós.

Era Raphael, quien se acomodó el traje que llevaba puesto y le dio a Simon un folder que al parecer contenía muchos documentos.

—Empiezas hoy mismo

—¿Eso fue todo?

—En ese folder está el contrato, sólo falta tu firma, pero necesito que te retires. Velo cuando tengas tiempo— se sentó y Simon supo que estaba esperando que se vaya.

—Gracias por...

—¿Sigues aquí?

Simon asintió y después de dar media sonrisa se retiró. Trató de ir lo más rápido a la cafetería. En el camino trató de dar una ojeada al folder, pero no se concentraba. Al llegar lo dejó en la barra y se dispuso a buscar a Maia con la mirada.

—¡Simon! —Ella lo había visto primero, se sacó el mandil y lo abrazó– Eso fue rápido ¿No? Cuéntame...

—Empiezo hoy mismo Maia.

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