16. Mis condiciones para quererte incondicionalmente.

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Acorrálame en el cuadrilátero de tu cuerpo.

Emana besos de más, pero engaños de menos.

Hazme sentir tuya en éste mundo en el que no soy ni mía.

Dime que mañana estarás en los posos del café, detrás de los versos que me gustaría decirte.

Prométeme que seré mía antes que tuya, o antes que de nadie.

Sobórname con besos de esos de "otro más, por favor."

Hazme creer que las mejores curvas son las de mis caderas, y que los mejores puentes son los que unen tu boca y la mía.

Haz que firme el juramento por el cual prometo que no eres mío, pero tampoco de nadie más, que tus abrazos son propiedad privada y tus piropos tienen una única dueña.

Y es que, si me dan a elegir, me quedo contigo, con el huracán de sentimientos en el estómago y los "cinco minutos más" de cada mañana, que acaban siendo una guerra de almohadas y horas que corren despistadas entre las sábanas.

Hazme sentir viva, alocada, libre, pero siempre bajo la protección de tus besos en mi nariz, en las miles de fotos tontas que nos hacemos un domingo de pereza y las sonrisas tímidas que nos lanzamos cuando nadie más sabe lo nuestro

Porque en un mundo donde habitan siete mil millones de personas, yo solamente necesito una para ser feliz.

Bienvenidos a la República Independiente de mi desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora