Mi mente me obliga

Nota 5

  Esto es sobre ser una persona cercana a mí. Supongo que va a quedar corto, porque lo resumí bastante. 

  Para que entiendan sobre mí al comenzar a leer esto, soy un insensible.
  Comienzo, la última vez que me sentí realmente mal, fue en febrero, por una chica, y desde entonces no me siento mal. Luego de esa chica tuve dos relaciones más, y, al terminar con esas dos relaciones, no me sentí mal. 

  La verdad es que desde entonces me volví muy frío, muy cerrado, muy cruel. Al momento en el que una persona decide irse de mi vida, a mí me dará igual, sin importar los lazos que hayamos creado. Podría ser el amor de mi vida, podríamos haber compartido tres años de lindos recuerdos, pero, al momento en el que todo acabe, a mí me dará igual, no me pondré ni un poco triste, y seguiré con mi vida. 
  ¿Por qué soy así? La verdad, a mí también me gustaría saberlo. Debo aclarar, que aprecio a las personas que están a mi lado aún, yo aprovecho el momento. A mis amigos que tengo ahora, los amo ahora, y cuando se vayan, que se vayan, yo me quedaré con los amigos que aún tenga. Porque, para mí, eso es lo que importa, los amigos que tienes y siguen a tu lado, no los que se fueron. Tal vez por tener ese razonamiento, no me afecte tanto la pérdida de las personas, porque me fijo más en la gente que tengo a mi lado, y los que se van, me dan totalmente igual. 
  Tengo sentimientos, obvio que los tengo, como cada persona en el mundo. Sólo que, los uso poco, y sólo con las personas que están en mi corazón, que no son muchas, pero tampoco pocas, son los amigos que tengo, y eso lo aprecio mucho. 

  Hablando sobre ser cruel, no resulto ser tan cruel como yo digo. Pero, en el momento en el que estoy estresado y una persona me está molestando, busco herirlo para que deje de hablarme. Es un impulso, me enojo fácilmente. Sinceramente, cambio mucho de actitud en un día, no puedo controlar mi estado de ánimo. Hay veces en las que más que cruel, soy sincero, soy realista. Si una persona que tiene un aura de felicidad, se acerca a mí en un momento de enojo, trato de borrarle toda esa felicidad, porque, para mí, algunas cosas son estúpidas como para hacernos felices realmente. No sé si me explico. Veamos, por ejemplo, una persona me trata bonito, utilizando palabras típicas o insistiendo, y yo me estreso tanto y le digo que no, que no es verdad todo eso y que deje de hacerlo porque me molesta. No sé si logren entender, aunque no es tan complicado. 

    Resulta demasiado triste ser amigo mío, porque puedo insultarte en cualquier momento, luego arrepentirme, luego amarte y luego volver a insultarte. Y al final de todo eso, cuando te vayas o decida irme, me dará igual todo lo que hayamos pasado. Estoy podrido, y es difícil cambiar algo que soy desde hace tiempo. 

  Creo que eso es todo lo que tengo para escribir. Si se me ocurre algo más, no lo voy a escribir, sólo voy a arrepentirme de no haberlo escrito. Muchas gracias por leer.

  Fin de la nota.