Niños 》Jihan

Siebte

— Cariño, estoy demasiado cansado —decía Jeonghan en el auto.

— Pero aún tengo algo para ti.

— ¿Involucra algo que tenga que ver con caminar?

— Para nada, aunque no creo que subir las escaleras de la casa te parezca tan cansador —Jisoo trata de entender a su novio y el cansancio extremo que solía tener éste gracias a su embarazo.

— Créeme que me canso hasta con respirar profundo.

Jisoo rio y siguió manejando hasta llegar a la casa, salió rápidamente del auto para ir hacia el otro lado y abrirle la puerta de Jeonghan, lo ayudó a bajarse y entraron a la casa, sin antes haber bloqueado el auto.

En la casa había un montón de globos por todas partes, los cuales tenían forma de corazón, y una canasta encima de la mesa que tenía una pequeña nota.

— Se supone que lo encontrarías todo sólo, pero como estabas muy cansado tuve que traerte yo.

— Gracias —Jeonghan le dio un corto beso a su novio para seguir leyendo la nota.

Jeonghan paró de leer la nota y se tocó la panza. Parecía algo sorprendido y emocionado a la vez.

— ¡Jisoo, Jisoo!

 — ¿Ocurre algo?

— ¡El bebé! 

Jisoo se preocupó, pensó que había pasado algo malo.

— ¿Qué le pasó? —preguntó algo asustado.

— Pateó...

Jeonghan sonrió y tomó la mano de Jisoo colocandola encima de tu estómago, podía sentir como el pequeño ser daba patadas un poco suaves pero que se podían sentir. Jisoo estaba tan emocionado, no podía esperar a tener a su hija o hijo en sus brazos y tenerlo cerca de él, se sentía tan feliz.

El día pasó entre varias sorpresas de Jisoo, que nunca terminaban. Había comprado una cuna para el bebé, también le había comprado ropa a Jeonghan y varias cosas más. El pelilargo sintió un poco de pena por su regalo, no era nada comparado a todo lo que le había hecho su novio.

— Vamos a ver...—dijo tomando la pequeña caja que Jeonghan le había dado.

Al abrir la caja pudo ver perfectamente un dije que tenía escrito "Yoon"

— ¿Por qué "Yoon"? —preguntó un poco confundido.

— Porque no tendría sentido si mandaba a hacer uno que tuviera una "J", ya que tu nombre comienza con esa letra. Creerían que es un dije de la inicial de tu nombre y no de la mía.

— Inteligente —besó los labios de su novio y sonrió—Gracias, es el mejor regalo del mundo.

Jisoo pudo notar como Jeonghan tenía uno puesto en su cuello, el cual decía "Hong", rió por aquello y volvió a darle otro beso. 

Pasaron el resto del día juntos, como ya era de costumbre. Vieron películas, cocinaron, se divirtieron, todo eso juntos. Jeonghan sentía que la persona correcta era Jisoo, luego de 4 años de relación. La relación entre ambos era fuerte y el amor parecía que no iba a desvanecer jamás.

Jisoo también estaba seguro de eso.

— Hannie, quiero mostrarte algo.

El americano tomó a Jeonghan de la mano suavemente, llevándolo fuera de la casa y haciéndolo subir al auto. El pelilargo estaba más que confundido ¿A dónde quería llevarlo Joshua a las 1:30 de la madrugada? Sin embargo, ni si quiera pensó en preguntar sobre eso.

Se bajaron del auto en un lugar el que Jeonghan desconocía, parecía ser un parque pero no lo era del todo, no tenía columpios, tampoco balancines, ni si quiera había bancos. El lugar era precioso, no había casas alrededor, digamos que el lugar estaba un poco aislado. Jisoo abrió la puerta del auto por Jeonghan y luego de que éste bajara, lo tomó de la mano para encaminarse hacia el centro del lugar.

— ¿Sabes que cuando te llevé a mi casa ese día, las estrellas brillaban tanto como ahora?

Jeonghan quería decir que sí, pero en verdad no recordaba.

— Sé que no lo recuerdas, porque seguramente no te habrás fijado en eso. Pero yo no pude dormir —Jisoo suspiró mirando al cielo con la mano de Jeonghan aún entre la suya—, me quedé observando las estrellas hasta el amanecer. 

Jisoo miró a Jeonghan y sonrió.

— Tengo una sorpresa para ti.

Fuegos artificiales salieron de quién sabe dónde, Jeonghan se sobresaltó y dio un pequeño salto, pero al segundo siguiente los fuegos artificiales brillaban en sus ojos. El pelilargo no sabía porque le encantaban esas cosas que para tantos eran...tan insignificantes, sólo sabía que cada vez que los miraba se sentía feliz, olvidaba todos los problemas y lo ayudaba a relajarse.

Jisoo esperó a que el ruido del espectáculo haya disminuido.

Jeonghan no se lo esperaba, para nada.

El americano ya estaba arrodillado, toqueteando su bolsillo trasero para sacar una pequeña caja y hacer la pregunta que dejaría a Jeonghan sin palabras.

— Dime que no estoy soñando... — dijo Jeonghan soltando algunas lágrimas.

— Yoon Jeonghan — Jisoo tomó una bocanada de aire — ¿Te gustaría casarte conmigo?

Jeonghan no dijo nada, sólo se abalanzó a los brazos de su, reciente, prometido, llenándolo de besos mezclados con algunas lágrimas. Lo abrazó durante mucho tiempo, agradeciéndole todas las cosas que había hecho por él.

— ¿Eso es un sí?

El pelilargo asintió con la cabeza y volvió a darle un beso a su prometido.

— No sabes cuanto te amo, Yoon Jeonghan.

— Tal vez...¿Mucho?

— Muchísimo — esta vez fue Jisoo quien depositó un beso en los labios de Jeonghan.

Se quedaron un rato más en aquel lugar, pensando en su futuro, en su familia y como crecería. En su proximo hijo, o hija, y los nombres que deberian ponerle.

— ¿Crees que nuestra familia será feliz? — le preguntó Jeonghan mirando las estrellas.

— Más que nada en el mundo. Estoy seguro de que se nos divertiremos cada día de nuestras vidas, y nuestros hijos nos harán más felices.

— ¿Hijos?

—¿A caso piensas que quiero un solo bebé?