Niños 》Jihan

Zweite

- Buenos días, cariño.

Jeonghan abrió sus ojos lentamente, su vista no era aún del todo clara, así que no distinguía bien las facciones de Jisoo. Sonrió al sentir los húmedos labios del chico por todo su rostro.

- Hola...

- ¿Estás bien?

Jeonghan asintió con la cabeza y le dio un beso en la nariz a Jisoo.

- Qué suerte, tenia planeado unas cuantas cosas para hoy.

- ¿En serio? ¿Que haremos?

- Es un secreto - dijo mientras se levantaba de la cama para dirigirse al baño -, shhh...

Jeonghan volvió a cerrar los ojos por unos segundos y luego se sentó en la cama, tomó su celular para revisar la hora "7:35", aún era muy temprano. Caminó hasta fuera del cuarto, entró a la cocina y se encontró con Jihoon, que lo único que salio de su boca fue un "Buenos días" para luego salir del lugar con una taza y un plato con tostadas.

Se preparó un ligero desayuno, que estaba conformado por: un taza de café y un sándwich, que previamente fue cocinado en la sarten por Jisoo.

- ¿Y bien? ¿Estas listo para salir?

- Aún no...Jisoo es demasiado temprano, son las - paro unos segundos para revisar la hora - 8:13 de la mañana ¿A donde quieres ir a esta hora?

- Ya te dije que es un secreto.

Jeonghan soltó un bufido y el otro chico rió por su expresión, siguió sin decirle nada sobre la salida en lo que desayunaron, tampoco le dijo algo cuando se estaban vistiendo y menos cuando ya se despedían de Jihoon y salían de la casa.

- ¿Ahora puedes decirme a donde vamos?

- Aún no.

Jisoo tomó la mano de Jeonghan y empezaron a caminar. El pelilargo tenía tanta curiosidad, que le era imposible no preguntar a donde iban cada vez que doblaban por una calle. En un momento dado, Jeonghan empezó a sentirse mareado, paró de caminar lo cual hizo que Jisoo se preocupase.

- ¿Estás bien?

- No tanto - respondió mientras se apoyaba por una pared.

- ¿Quieres que vayamos a que te revisen? Ultimamente te has estado sintiendo muy mareado, y no sólo ocurre una vez al día.

- ¿Lo recomiendas?

- ¿Cómo no lo voy a recomendar? Hace días que estoy preocupado por ti. Vamos.

Cambiaron su rumbo en dirección contraria a la que iban, se subieron a un autobús y se dirigieron a la clínica que cubría el seguro de Jeonghan. Había sido una mala idea subirse al autobús, ya que el movimiento de éste le hacía peor a Jeonghan.

- Ya llegamos, bajemos.

Dejaron al autobús detrás y entraron a la sala de emergencias, ahora mismo no podía hacer un turno y esperar a las personas que habían antes de él. Una chica los atendió y como vio que Jeonghan estaba muy pálido y apenas podía mantenerse de pie, dijo que dejen sus documentos allí y que pasen directamente al consultorio 7.

- Buenos días - dijo el doctor al verlo entrar - ¿Su nombre?

- Yoon Jeonghan - respondió el pelilargo.

- Jeonghan ¿Ya has desayunado?

Jeonghan asintió con la cabeza.

- ¿Has estado alimentadote correctamente?

- Los últimos días el ha estado muy centrado en sus estudios, le ofrezco comida pero siempre dice que la comerá después, lo cual nunca hace.

- Deberías hacer caso a lo que te dice este muchachito, Jeonghan ¿No te ha dolido la cabeza?

- No, nada de eso - dijo Jeonghan negando con la cabeza a la vez.

- ¿Mareos? - al escuchar que Jeonghan respondió que si, prosiguió con otra pregunta - ¿Que tan frecuentes?

- Dos a tres veces al día, pero no suelen ser en tiempos muy cortos. Suele pasarme a la mañana, luego del almuerzo o por la noche.

- ¿Vómitos?

- Hubo dos días desde que empezaron los mareos. Los mareos empezaron el jueves, y...sábado y martes fueron los días.

- Está bien. Por si acaso te daré esta receta para un examen de sangre y una ecografía, queremos verificar que todo este bien en ti. Y también te daré esto - dijo el doctor dándole un papel a Jeonghan y sacando otro para escribir en él -, son unas pastillas que contienen dimenhidrinato y meclizina, te ayudará a que la intensidad de los mareos no sean tan fuertes, pero no reducirá la frecuencia.

- Está bien

Jisoo tomó las recetas y las guardo en su chaqueta, agradeció al doctor y salieron del consultorio. Volvieron a la recepción para retirar sus papeles, sin antes reservar un turno para la ecografía.

- ¿Por qué una ecografía?

- Las ecografías no son sólo para saber si tienes a un niño dentro de la panza, Jeonghan. También sirve para otras cosas.

- ¿Cómo que?

- Pues no lo sé, no estudio medicina.

Jeonghan rió.

Compraron la pastilla y revisaron cuantas veces al día debía de tomarlas "Por 5 días, cada 6 horas" es lo que estaba escrito en la receta que el doctor les había dado.

- Si tomas una ahora -eran las 11:45 -, deberás tomar otra a las a las 17.

- Bien, dame una.

Jisoo saco una de las pastillas y se la dio a Jeonghan, le extendió un vaso de agua para que sea mas fácil de tragar. En el momento en que la pastilla entró a su boca, su expresión había cambiado a una de asco.

- Parece que no tiene un buen sabor.

Jeonghan negó con la cabeza y tomó el agua.

- Es asqueroso - dijo cuando había terminado de beber.

- Ahora vamos, te dejaré en tu casa.

- ¿No que tenías algo para mi?

- Jeonghan, no puedes ir a ningún lado en este estado. Será mejor que te quedes en tu casa a descansar.

- Pero en verdad tenía ganas de salir contigo.

- Lo pasaremos para otro día ¿Si, cariño? - le besó la frente y lo envolvió en un abrazo.