Einundzwanzigste

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— Saemin, a dónde se supone que vas a ir? —preguntó Jeonghan cuándo vio que la chica estaba arreglada.

— Es el cumpleaños de Yuha unnie, ya te lo dije el miércoles.

— Y quien te dio permiso para ir? —seguía preguntando, pero esta vez con un tono diferente.

— Papá... —dijo y se sostuvo la frente— Fuiste tú mismo el que me dio permiso para ir, y también le pregunte a Shua —explicó.

Saemin solo decía "Papá" o "Padre" cuando hablaba con ellos individualmente, porque tal vez si decía "Papá" por los dos, podía crear confusión. Así que a Joshua lo llamaba Shua y a Jeonghan, Hannie.

— En serio? —se rascó la nuca un poco avergonzado por haber olvidado sus propias palabras— Ah, perdóname, cariño.

— No te preocupes, —Saemin dio una sonrisa y se acercó a su padre para darle un abrazo— Además es Yuha unnie, ya la conocen y a su familia también.

— Tienes batería en tu teléfono? —dejó un beso en su cabeza.

— Ahora mismo se esta cargando, pero lo dejé ya hace un buen rato, así que supongo que la batería completamente cargada.

Saemin se separó de su padre y fue a verificar hasta donde se encontraba su teléfono, cuando llegó hasta la pequeña mesita de vidrio, donde se encontraba el mismo, desconectó el cargador del enchufe y guardó el aparato en su bolsillo trasero.

— Llevas dinero? —Jeonghan se levantó y se acercó a ella para acariciarle el hombro— Y con quién se supone que vas a ir? Y quien te trae de vuelta a casa? Sabes que yo no voy a ir a buscarte por la madrugada.

— Lo sé, pala chica suspiró y rodó los ojos para luego soltar una risa— Ubicas a WooDam? —su padre se quedó en silencio por unos segundos, tratando de recordar a la persona a quien le pertenecía ese nombre.

— El que parece que tiene cabello naranja?

— Si, ese mismo. Dentro de un rato vendrá a buscarme, me dijo que ya estaba a unas calles.

— Cuidate mucho, si? —Jeonghan dejó un beso en la frente de su niña— No tomes bebidas que te den las personas, tampoco nada que te parezca extraño. Y nada de alcohol, ya sabes que eres menor de edad.

— Papá... —suspiró— Ya te dije un montón de veces que no tomo esa clase de bebidas, con suerte me ves con un vaso de soda, porque tampoco me gustan.

— Lo sé, lo sé. Pero quien sabe? —elevó sus hombros— Alguna vez te puede dar curiosidad, espero que eso no pase hasta que cumplas la mayoría de edad.

— No, papá, no va a pasar —rodó los ojos y se encaminó hacia la puerta de la casa.

Saemin esperó unos segundos y luego escuchó como alguien tocaba la puerta, ella la abrió y dejó ver a un chico con el cabello castaño, pero con un toque de naranja en él, bien vestido con camisa y pantalón, y algo lindo.

Jeonghan examinó al chico de pies a cabeza y fijó su mirada en él unos cuantos segundos, cosa a la que el chico reaccionó nerviosamente, quedándose quieto y sin saber que decir.

Luego de aquel momento, WooDam saludó a Jeonghan con una reverencia y luego a Saemin.

— No vuelvas muy tarde, está bien?

— No te preocupes —Saemin abrazó a su padre y dejó un beso en su mejilla— No creo que pase más de las doce.

Saemin salió y Jeonghan se volvió a quedar solo en la sala de estar, se puso a pensar un momento.

— Estaría bien si investigo sobre el chico?

— Investigar? Sobre quién? —decía Joshua mientras entraba a la sala.

— Es que un chico vino a buscar a Saemin, cuando me vio se puso nervioso.

— Quién no se pondría nervioso? —dijo con una risita— Seguro lo examinaste de arriba para abajo.

— Mentira, no lo hice —se cruzó de brazos y Joshua se acercó a él.

— No me mientas, te conozco muy bien, Han —descruzó sus brazos y entrelazó sus manos.

— Bien... —dijo en un tono de rendición— si lo hice. Pero no tiene nada de malo, o si?

— Bueno, la mayoría de las personas se ponen nerviosas cuando otra está mirándole fijamente, además es un poco raro.

— Es raro que quiera saber con quien anda mi hija?

— No, cariño, no me refería a eso —soltó una risita— Digo que es raro que se te queden mirando por mucho tiempo.

— Pero tú estás mirándome todo el tiempo —protestó

— Soy tu esposo, tengo derecho —se defendió con una sonrisa en sus labios y luego dejó un beso encima de los de Jeonghan.

— Yah... —frunció el ceño— Cambiando de tema, dónde esta Shiho?

— Está arriba, tomando una siesta —Jisoo rodeó la cintura de Jeonghan con su brazo para acercarlo hacia él— Quieres hacer algo?

— La verdad que me apetece ver una película contigo. Te parece? —dijo Jeonghan,  acomodando el cabello del otro.

— Podríamos —sonrió— Qué quieres ver? —soltó la cintura de Jeonghan y se encaminó hacia la TV para encenderla.

— Hmm... Hace cuánto que Shiho esta durmiendo?

— Casi dos horas, por qué?

— Voy a despertarla, quiero que veamos una película nosotros tres.

Jeonghan caminó tranquilamente hasta llegar a la habitación de su hija menor, la despertó suavemente, ya que sabía que a Shiho no le gustaba que la despertasen de su siesta, se ponía amargada y se quejaba de cualquier cosa.

— Que vamos a hacer, papi? —se frotó los ojos y luego bostezó.

— Vamos a hacer cine en casa, quieres venir con nosotros?

— En casa? Pero en casa no hay cine... —Shiho se quedó mirando fijamente a su padre.

— Vamos a ver una película y papi Shua va a hacer palomitas, vas a venir? —dijo mientras la alzaba en brazos.

— Si quiero, quiero palomitas —la niña se sujetó del cuello de Jeonghan y recostó su cabeza encima de su brazo, aún tenía un poco de sueño.

— Bien —dijo sonriendo— bajemos entonces.

Niños 》JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora