Narra Megan:
—Estas castigada, eso incluye no salidas con Elisa—dijo mamá y asentí mirando mi teléfono. Le había mandando un mensaje nada mas conseguir un teléfono nuevo. ¿Por qué no me respondía? Habían pasado ya quince minutos. ¿Acaso no sabia que era yo? Imposible, puse que era princesita, el apodo que él me había puesto. Así que, ¿Por qué no contestaba? —¡Megan Beatriz!—gritó mamá y alcé la vista viendo a mis padres con cara de molestos. —¿Se puede saber porque tanto miras el teléfono?—preguntó molesta. –No hagas planes, no saldrás a ningún lado y punto—dijo antes de salir del comedor seguido de mi padre dejándome completamente sola. Volví a mirar el teléfono y suspiré dandole un bocado a mi desayuno aunque en realidad no era mi desayuno sino mi almuerzo. Me había levantado super tarde, había dormido como un bebé. ¿Y quien no? Había dormido con la chaqueta de Riley.
Riley, Riley, Riley,
—Mi niña, ¿No tienes hambre verdad?—me preguntó nana y negué poniéndome de pie luego de haber salido de mi trance. –Deberías comer, el chico te devolverá el mensaje pronto—sonrió y me sonrojé. En la madrugada luego de haberme dado un baño, nana había entrado a mi habitación preocupada por no haberme visto. Entonces no dudé en contarle todo lo que había pasado incluyendo mis dos besos con Riley.
—Esta bien nana, pero aun así no tengo hambre—dije y esta asintió. Regresé a mi habitación y me acosté en la cama sin dejar de mirar el teléfono. ¿Y si le escribía otro? A lo mejor no había visto la notificación del primero ¿no? Eso pasa algunas veces. Suspiré buscando su nombre y tecleé una respuesta.
Para: Riley 🙈💗✨
Espero que hayas llegado bien a tu casa
¿Enserio Beatriz? ¿Enserio? De todo lo que podía escribirle, ¿Le enviaste eso?
Bufé dejando el teléfono a un lado. Tenia razón, de todo lo que pude haberle escrito, le escribí esa tontería. Pero, ¿Qué mas podía escribirle? Ya le escribí gracias por traerme a mi casa, también que la pasé bien, que esperaba verlo pronto y ahora esto. ¿Qué otra cosa podía escribirle? Ya eran cuatro mensajes que le escribía, no iba a seguir escribiéndole si no tenia respuesta. ¿Qué estará haciendo? Lo mas seguro es que debe estar ocupado con su empresa aunque hoy era viernes. Escuché mi teléfono sonar y rápido lo cogi. Grité de emoción al ver su nombre llamándome. ¡Me estaba llamando! Dios.
—Hola—susurré apretando su chaqueta en mis manos.
—Princesa—dijo y me sonrojé. Era increíble como no lo tenia frente a mi y aun seguía sonrojándome.
¿Qué me estas haciendo Riley?
—¿Qué estas haciendo?—preguntó y me acomodé en la cama aun sin soltar su chaqueta. No pensaba soltarla tampoco.
—Nada—dije y este rió entre dientes.
—¿No que se supones que vayas a la universidad princesita?—preguntó y sonreí. Me gustaba que me dijera así.
—No quise ir—dije y este volvió a reír entre dientes.
—Vaya princesa, no sabia que fueras chica mala eh—rió y reí negando. Simplemente no quería ir a la universidad. ¿Para que ir? De todos modos no me gustaba mi carrera, mi madre la había elegido por mi.
—¿Qué estas haciendo tú?—me atreví a preguntar. No se porque, pero me daba miedo preguntar. No porque le tuviera miedo a Riley, sino que él no era de hablar temas personales. Lo sabia porque ayer cuando comíamos, me atreví a preguntarle cosas personales y a todas le respondía en monosílabos o cambiaba del tema.

ESTÁS LEYENDO
Stone Love {Megan & Riley}
Teen Fiction-Oye princesa, ¿Ya tan rápido ha perdido su corona?- -Por ti, siempre- -No soy un príncipe princesita- -No pido que lo seas- -¿Entonces que es lo que quieres?- -A ti- -¿A mi?- -Si, a ti- -¿Cuándo?- -Siempre-