Capítulo escrito siguiendo la continuación de la novela Troublemaker's back. Este capítulo fue escrito hace dos semanas, lamento no haberlo subido antes. En cuanto me recupere dejaré saber mi opinión sobre hacer más capítulos de Megan y Riley. Pido mucha paciencia, no estoy en mi mejor momento pero quería subir este capítulo que estaba listo hace tiempo.
Un beso enorme,
Las amo
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—No tienes buena cara—dijo Justin y asentí dándole un sorbo a mi bebida. Sé que era muy temprano para beber, pero era la única que me había acompañado estos días. —¿Hasta cuando estarás así?—preguntó y me encogí de hombros. —Lo que necesitas es salir—dijo y rodeé los ojos. ¿Por qué todos pensaban que siempre la solución era salir? No quería ir de fiesta. Antes esa era mi solución a los malos días, pero ya no. Eso ya no me funcionaba. Salir significaba lo mismo que hacia aquí; beber, solo que con compañía y tan sorprendente como suene lo menos que quería era compañía. No quería una puta encima de mi tratando de captar mi atención y mi dinero. Tampoco que restregara sus pechos falsos o su culo lleno de silicona en mi cara. Eso ya no me excitaba, tampoco me servía de nada. Antes si, ahora solo me servía para recordarme que las cosas habían cambiado. Que había vuelto a ser el mismo miserable que solía ser antes. El mismo gruñón, solitario que era. ¿Cuándo había vuelto a ser así? Desde que ella me dejó. Yo todo este tiempo había cambiado por ella. me había comportado como el tonto enamorado para hacerla feliz, para que no se aburriera de mí y es gracioso que fue exactamente lo que hizo que se fuera. Me dejó bien claro que no me quería, que no quería al imbécil en que me había convertido por ella. ¿Increíble no? Cambié por ella y se va. Le di todo y se fue. –Sé que es una mierda esto y que no quieres salir, pero necesitas distraerte—dijo y negué. No necesitaba distracción, no me servía de nada. Todo lo que veía, lo que hacía me recordaba a ella. Todo, absolutamente todo.
—De todos modos, ¿Qué haces aquí?—pregunté y este se encogió de hombros dándole un sorbo a su cerveza.
—Mi chica me botó—rio negando. No me sorprendía, cuando ___ decía algo este lo cumplía a la primera. –Es día de chicas—dijo y asentí dándole un sorbo a mi bebida. Solía odiar esos días de chicas. Solo se reunían a hablar mal de nosotros y quejarse de lo mal novios que éramos. Vaya estupidez.
—¿Ella iba a ir?—pregunté y este asintió mirándome detenidamente. Asentí dándole otro sorbo a mi bebida. Me alegraba que ya estuviera de vuelta.
—¿No dirás nada?—preguntó y me encogí de hombros. No tenía nada que decir. ¿Qué podía decir? ¿Qué desearía que viniera acá y no a casa de ___? Me encantaría, pero esa no era mi decisión sino la de ella. Solo ella podría tomar la decisión de venir a nuestra casa o no. Lo único que me importaba es que había vuelto. Luego de haber desaparecido por tres semanas sin decir nada, sin dejar rastro de su destino había vuelto. Eso era lo único que me importaba. —¿Tampoco harás algo?—preguntó y negué. No tenía nada que hacer. ¿Qué podía hacer? ¿Secuestrarla? ¿Exigirle que viniera a verme? No tenía caso, no tenía ese derecho. A pesar de que me debía una explicación de porqué de un día para otro se había ido dejándome solo y sin una explicación no iba a obligarla a venir. Por su nota de despedida decía que estar en esta casa le hacía daño y lo menos que quería era hacerle más daño del que le había hecho. Porque a pesar de que dijo que no se iba por mí, sabía que sí. Yo era el culpable de que ella se haya ido. El único culpable de que se haya cansado de nuestra vida, de mí. El único culpable de que ya no fuera la misma Megan que conocí hace ocho años atrás. Yo había sido el único culpable de haberla lastimado y haberla alejado. Pero eso no era excusa para haberse ido una madrugada sin decirme nada y desaparecer por tres semanas. ¡Tres malditas semanas! ¿Cómo había podido desaparecer sin decirme nada? ¿Sin decirle a nadie? Si ella necesitaba tiempo a solas se lo hubiera dado, si tan solo hubiéramos hablado. Sin tan solo me hubiera dicho que estaba mal las cosas serían diferentes ahora, pero eso ya no importaba. Las cosas jamás volverían a ser las mismas. Ella no sería la misma Megan dulce, tímida, amorosa y apasionada que conocí y yo no volvería a ser el idiota enamorado que me convertí por ella. Eso ya se había acabado. Yo no volvería a ser el hombre que ella me convirtió. ¿Para qué? No tenía caso, yo no volvería a tener una relación. La única que había tenido y miren como terminé. Definitivamente no volvería a lo mismo, ya no más.
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Stone Love {Megan & Riley}
Teen Fiction-Oye princesa, ¿Ya tan rápido ha perdido su corona?- -Por ti, siempre- -No soy un príncipe princesita- -No pido que lo seas- -¿Entonces que es lo que quieres?- -A ti- -¿A mi?- -Si, a ti- -¿Cuándo?- -Siempre-