Narra Megan:
Sentí movimientos sobre mí y sonreí al oler su cabecita. Sabía que era Andresito, solo él acariciaba mis pechos antes de pellizcármelos pensando que era su mamá. Reí abriendo los ojos y este me miró con una sonrisa. Realmente era un bebé precioso y muy travieso. Estaba segura que a ___ no le haría gracia que él me acariciara así. Sin molestarlo, me senté en la cama con el aun en mi pecho y besé su frente.
—Hola precioso—dije viéndolo y este rio aferrándose a mi pecho. –No soy mamá, pero veré que puedo conseguir—reí al ver cómo me pellizcaba los pechos. Estaba seguro que a ____ no le haría gracia encontrar a su pequeño haciendo esto, pero no podía culparlo porque teníamos el mismo tamaño de pechos.
—Hola—me volteé al escuchar la voz de Riley y asentí viéndolo recostado de la puerta. –Alístate, nos vamos en una hora—dijo y asentí viendo a Andrés. Prefería mil veces ver su hermosa sonrisa que ver la cara del chico que me rompió el corazón. Porque eso era lo que Riley había hecho sin darse cuenta. Ayer al decirme que prefería su vida de ahora en donde tenía dinero, poder y muchas chicas me rompió el corazón. Pero sobre todo me hizo abrir los ojos y darme cuenta que yo nunca sería su chica. Que nunca sería la única en su vida. Además de que jamás encajaría con su estilo de vida. Pero una parte de mi, rogaba porque él me dijera lo contrario. Que me demostrara que sentía algo por mí. Tenía que lograrlo, podía hacerlo. ¿Pero cómo hacerlo? Nos íbamos ya de esta isla. Probablemente Riley ya no me busque cuando volvamos a la ciudad. Rogaba porque no hiciera eso. Lo amaba y si me daba más tiempo, haría que se enamorara de mí. Solo necesitaba más tiempo. Más tiempo para demostrarle que era capaz de amar. Solo que nadie nunca se ha tomado la delicadeza de demostrárselo, pero para eso estaba yo. Yo iba a demostrarle lo que era amor, lealtad, pasión y confianza. Ese era mi único propósito aquí. Demostrarle que lo amaba, que podía amar y que podíamos amarnos mutuamente y ser felices. Que a pesar del estilo de vida que llevaba podíamos ser felices, podía ser feliz. Que solo yo podía darle ese amor, esa seguridad de una vida feliz.
— ¿Ya ___ y Justin llegaron?—pregunté y este caminó al baño.
—Si, están desayunando—contestó saliendo desnudo del baño. Aparté la mirada de su cuerpo y miré a Andrés. Si seguía mirando su cuerpo, perdería el control y aun seguía adolorida. Además de que quería compartir con él de otra manera.
—Oh—dije viendo a Andrés que rio tocando mis mejillas. Acosté a Andrés en la cama y me puse de pie abriendo mi mochila. Saqué ropa limpia y regresé a la cama en donde Andrés balbuceaba cosas sin sentido. Se me hacia gracioso verlo emocionado y más cuando me llamaba con sus manitos. Para solamente conocerlo de hace tres días, me reconocía y no ponía mala cara cuando lo cargara.
— ¿Estás bien?—preguntó Riley y asentí moviendo las piernitas de Andrés de adelante hacia atrás haciéndolo reír. –Siento que estas molesta por algo—dijo y lo miré.
—Para nada—contesté con la mandíbula apretada. ¿Para qué preguntaba si no le importaba? Ni siquiera me miraba, me había preguntado eso sin soltar su teléfono. Es como si preguntara más por obligación que por preocupación.
—Bien—dijo saliendo de la habitación y suspiré. Tenía que calmarme, no me convenía tenerlo molesto o alejado. Eso no serviría para nada. Necesitaba tenerlo contento. ¿Pero cómo? Miré mi cuerpo y asentí. Si eso era lo único que mantenía a Riley contento, entonces lo usaría. Necesitaba tenerlo de mi lado.
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—Gracias chicos, este ha sido el mejor cumpleaños—sonrió ____ y Justin le dio un beso en los labios haciéndonos aplaudir. Íbamos de camino de regreso y mentiría si dijera que no estaba asustada. Lo estaba y mucho. No solo porque cuando volviera iba a esperarme un castigo de parte de mis padres, sino por Riley. Llevaba todo el camino distante y eso no me gustaba. Sabía que pasaba algo, no era normal que los chicos estuvieran tan tensos. Y lo decía por Chris y Ryan. Ambos a pesar de que trataban de disimular que estaba bien, no lo estaban. Empezando por Ryan, se veía lo molesto que estaba y sabía que tenía que ver con Charlotte. Ella no había salido de la habitación todo este tiempo desde que nos montamos en el yate. Se sabía que pasaba algo y me asustaba porque Riley les dijo algo a todos los chicos y segundos después Charlotte había desaparecido y Verónica la chica que esta con Chris no le hablaba. ¿Qué Riley les había dicho? Tenía que ser algo grave para que las chicas estuvieran incomodas. Aunque agradecía que Wendy ni Ciara estuvieran aquí. Luego de todo, tenía miedo de esas chicas. Miré a Verónica y suspiré negando. De lejos se notaba lo molesta y dolida que estaba. ¿Qué le habría pasado? No debía pensar en eso, no era mi problema. Ahora había algo más importante de que preocuparme. ¿Cómo iba a hacer para que Riley admitiera que me quería, que me amaba? Era ridículo pensar que él podría admitir algo así, pero necesitaba algo al menos que me dijera que si quería un futuro conmigo, pero hasta ahora no había dado señales. Debía esperar, faltaba poco de camino. Todo podía cambiar en un segundo. Así que, ¿Quién sabe?
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Stone Love {Megan & Riley}
Teen Fiction-Oye princesa, ¿Ya tan rápido ha perdido su corona?- -Por ti, siempre- -No soy un príncipe princesita- -No pido que lo seas- -¿Entonces que es lo que quieres?- -A ti- -¿A mi?- -Si, a ti- -¿Cuándo?- -Siempre-