Capitulo 1.

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Me levanto temprano, para ir a mi primera clase.

Hago mis necesidades fisiológicas y me tomo una ducha que dura más o menos quince minutos, al salir hago mi rutina diaria, me coloco mi uniforme que consta de una camisa blanca con bordes negros y un overol que es completamente negro, me coloco mis medias blancas y mis zapatos de negro, me recojo mi cabello en una cola alta, para luego salir de mi cuarto correspondiente para llegar al comedor, donde encuentro a mi grupo, somos ocho y cada uno tiene su pareja por de acuerdo o que los dos están enamorados o por mi caso que es obligatorio, me acerco a mis amigos, Joel, Derek, Luis, Jonathan, Marta, Ángela y Sofía estas tres están con los primeros, flechazo a primera vista como dicen ellos y Jonathan está con Miriam, ella no habla mucho y no le gusta juntarse con nadie.

- Hola, chicos.

- Hola, beba cómo estas - pregunta Marta.

- bien, iré a pedir.

Me aparto del grupo, y llegó a la fila, pido un emparedado de salami y jamón con jugo de naranja, luego me siento en la mesa con los demás.

- come rápido, entramos en 15 - dice Luis.

Como lo más rápido que puedo, a la primera nos toca baile y ese profesor odia a los estudiantes impuntuales, al terminar corremos a la clase y entramos, lo primero que hacemos es colocarnos frente a nuestra respectiva pareja y como siempre nadie se atreve a colocarse delante de mí, por miedo a el "mi prometido". Pasan los minutos y el profesor llega.

- Bueno, veo que solo falta el joven Bradley como siempre. - suspira - señorita Lauren, tomaré el puesto de su acompañante - dice mirándome.- bueno comenzaremos con la danza tradicional, tomen a sus pareja jóvenes, por la cintura, y señoritas coloquen una mano en el hombro de su pareja y tomen la otra mano, de acuerdo, primero a la izquierda y luego a la derecha, un, dos, tres, luego uno atrás y otro adelante, un, dos, tres, sigan den una vuelta en el mismo lugar, un, dos, tres - decía el profesor mientras se escuchaba música clásica en todo el salón, al rato se escucha un estruendoso ruido y todos miramos al causante y como no ahí está "mi prometido " - me alegra que quisiera reunirse con nosotros, señor Bradley.

- como los privaría de mi presencia, profesor Steve, veo que estuvo muy bien acompañado, pero le recuerdo que soy muy celoso y no me gusta que toquen lo mío.

- y yo le recuerdo, que es hora de clase, y si usted, no cumple con su compañera de baile yo tomaré dicho lugar - se escucha una risa sarcástica en todo el salón de baile.

- no me diga, pues cuando no llego lo único que tiene que hacer es sentarse en una banca y esperar a que yo decida llegar, no cree.

- no, no lo creo y tampoco creo prudente que interrumpa mi clase de esta manera, así que le pido, que se retire.

- no, no lo haré - dice, acercándose a mí, y tomando mi mano - que siga la clase - dice de manera burlona, me toma y comenzamos con la danza, ignorando las miradas que nos lanza los demás estudiantes y el profesor.

- señor Bradley, salga de mí salón, y diríjase al despacho del director.

Dylan Bradley, hijo del propietario de esta institución, posesivo, celoso, controlador y obsesivo, nadie lo reta ni lo mira, ningún profesor lo ha mandado antes a dirección y créanme esta no va a hacer la excepción.

- Disculpe, me ha mandado a la dirección, tan solo porque le he dicho que siga con su respectiva clase.

- no, le he mandado a dirección por su falta de respeto hacia mi persona y sus compañeros, tan solo por ser hijo del dueño no le da derecho a tratar a los demás como poca cosa para usted, soy su profesor y me debe respeto.

- no me creo superior a nadie, porque ya lo soy, usted lo único que debe de hacer es seguir su clase y dejar tanto drama, no iré al despacho del director, ni usted hará nada contra mí, y lo digo enserio - dice apuntando con su dedo al profesor, nadie se sorprende todos saben como es, el profesor iba a hablar pero sonó el timbre, todos tomaron sus pertenencias y salieron poco a poco hasta dejarnos solo a nosotros tres.

- usted, no llegará muy lejos con esa actitud, y me compadezco de usted señorita Lauren, lamento saber que sufrirá a manos de este señor y joven Bradley no se preocupe en venir a la siguiente clase, ya que lo retiró de esta - dice para luego retirarse del salón.

Dylan se da media vuelta para quedar frente a mí.

- mi negra hermosa, cuántas veces tendré que decirte que no me gusta que estés cerca de otro hombre que no sea yo.

- y yo cuántas veces tendré que decirte, que tu a mi no me mandas.

- en eso estas equivocada, tú me debes todo a mí, yo te elegí como mi mejor amiga y ahora como mi mujer.

- nunca te pedí tal cosa, no tengo la culpa de que te hayas obsesionado de tu "supuesta" mejor amiga, cuando te deje claro que solo te veía como tal, ahora te veo como un tremendo saco de m. - no termine de decir lo que pensaba por la tremenda bofetada que me dio, me tomó de mi cabello y lo tira hasta acercarme a su rostro.

- que mal que pienses así de mí, y sabes porque - me acaricia la mejilla lastimada, hago una mueca, pero como siempre ni le interesa. - voy a pedirte en la ceremonia. - con eso me da un beso y se va, me quedo pasmada la ceremonia es donde los chicos eligen por fin con quien se van a casar y luego a la semana esa dicha chica se casa, aquí las mujeres no tienen voz ni voto, solo en raras ocasiones y créanme que yo no tendré dicha suerte de zafarse de este loco, aunque no me haya pedido antes, ya todos sabían que le pertenecía desde que lo deje en ridículo rechazando frente a todos, cuando me pidió una relación, ahí comenzó mi calvario, amenaza, golpes y tomar de mí como si le perteneciera, si se llega a cumplir esa ceremonia no habrá nadie que me saque de este infierno.

- se encuentra bien, señorita Lauren Conrad.

Si esa soy yo, Lauren Conrad, una chica de padres adinerados que solo quieren tener más dinero en el banco y que mejor

Metiendo la en una institución en el que no sales si no es casada, odio realmente esta institución, a los que los inventaron, los Señores Bradley, ya que no tenían ni puta idea de qué hacer con su fortuna, porque abrir una institución donde se enseñan a las jovencitas a ser sumisa y a los hombres uno alphas, pero se pasaron en crear al monstruo de su hijo.

Soy negra, de ojos chocolates claro y una abundante melena y soy la obsesión de Dylan Bradley.

Señor Bradley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora