Lauren Conrad.
6 de enero del 2017.
Día de la Boda, 8:00 a.m.
- Lauren, querida, despierta, hoy es el gran día - escucho a la señora Bradley.
Si tan solo la pudiera ignorar, sé que quizás no tenga la culpa del monstruo que ha creado como hijo, pero si no hubieran hecho esta maldita institución, no estuviera en este momento aquí, el día soñado por muchas, menos el mio, suspiro y restriego mis ojos, la miro y está con una sonrisa de un millón, pobre de mí.
- Linda, hay que prepararse, ve a bañarte - dice, para luego salir de mi habitación.
Me levanto y me dirijo al baño, tomo mi tiempo, para pensar en lo que me espera en un futuro, mejor dicho en unas horas, salgo de mi baño con una bata, y me encuentro con varias personas, mi futura suegra y mi madre.
- ven querida, te presento, este es Mauricio tu estilista, Magaly tu manicurista y Edith tu maquilladora. - los saludo a todos y me siento al frente de ellos. - dejaremos que te arreglen, preciosa y luego venimos a colocarte el vestido - al decir eso, sale y mi madre siguiéndola.
Pasamos alrededor de tres horas, cambiando estilo de peinado, combinando distintos tipos de maquillaje y pintando mis uñas, para las 11: 30, se despidieron y salieron por la puerta dándome sus felicitaciones, abrumada con todo esto me levanto y me observo en el espejo, me veo linda, un maquillaje natural con sombras oscuras con un poco de brillo, mi cabello está en una trenza de espiga, caída del lado derecho, con unas flores cayendo como cascada, suspiro y veo mis ojos, apagados, sin vida y con odio, a mis padres por permitir esta barbaridad, a los señores Bradley por invertir en esta institución y a Dylan por robarme mi libertad, maldita la hora en que le hable.
- O por Dios, estas hermosa hija - salte en mi lugar, a que hora entro - estas preciosa.
- no me obligues hacer esto Madre.
- Lauren, en la vida llega un tiempo, que cada persona se tiene que sacrificar por el bien de los demás.
- y el bien, cual es?, dinero, solo eso, me están vendiendo.
- Tú crees que yo me case por amor, no seas ridícula, Lauren, quizás en un futuro te llegues a enamorar como yo lo hice.
- Tú, te enamoraste de mi padre o de su dinero, por lo que yo sé, eras una persona humilde y ahora me condenas a mí.
- Sacrificios, querida, sacrificio.
- Eres la peor mad...
La puerta se abrió, y entro mi futura suegra.
- querida, todavía no estás lista.
- ya íbamos, cierto corazón.
- bueno, ven querida, quítate la bata.
Me coloco el vestido, arriba de un conjunto de lencería blanca semi transparente y mis zapatos altos de tacón.
- estas, hermosa, mi hijo ha ganado la lotería contigo.
"Y yo gane el infierno"
Le sonreí.
- Bueno, nos vemos en la iglesia, queridas.
- nos vemos, en una hora seremos familia - dice mi madre con una sonrisa.
"Patética".
Mi futura suegra, solo sonríe y se va, dejándome a solas con mi madre.
- Bueno, bajemos tu padre nos espera.
Al bajar por la escalera, veo en la puerta de entrada a mi padre un hombre fornido, serio y ambicioso.
- estas preciosa, hija, no sabes lo feliz que estoy.
- porque? Por mi infelicidad o por tu cuenta bancaria.
- no comencemos, Lauren - dice mi madre con fastidio.
- vamos, que el novio espera.
Salimos de la casa, y nos montamos en una limusina blanca.
Veinte minutos después llegamos a la entrada de la iglesia, repleta de reporteros ansiosos por la gran boda del hijo del magnate, Dylan Bradley, bufo, más una boda parece un circo y mejor pensar así, a que estoy a punto de desperdiciar mi maldita vida.
- vamos, ya nos esperan - dice mi padre, Saliendo de la limusina y ayudando a mi madre y luego a mí, suspiro.
Al salir, veo como los reporteros me voltean a ver y a tomar fotos como locos, ni sonrío, tengo mi rostro neutro, sin expresión alguna.
- por lo menos sonríe, parece que vas a un entierro.
- si, el mio.
- vamos, mi padre me tomó de la mano derecha y a mi madre de la mano izquierda, llegamos a la gran puerta, mi padre se acomoda a mi derecha y mi madre a mi izquierda.
Escuchamos la música nupcial, y caminamos por el pasillo, con la mirada de todos, la mayoría ni los conozco, en la segunda fila están mis amigos, con una expresión lúgubre, igual o peor que la mía, llegamos y mi padre me entrega a Dylan
- cuidala.
- con mi vida señor.
" Claro"
Dylan me ve, con un brillo en los ojos, te ves preciosa susurra, solo miro al padre que comienza con su palabra, el mayor tiempo de la boda pierdo toda la palabrería.
- Lauren Conrad, aceptas a Dylan Bradley como tu legitimo esposo, para amarlo, cuidarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe.
........
- Lauren - vuelve a insistir y Dylan me aprieta la mano.
- Acepto.
Asiente y luego se dirige a Dylan.
- Dylan Bradley, aceptas a Lauren Conrad como tu legitima esposa para amarla, cuidarla y respetarla hasta que la muerte los separe.
- Acepto.
- los anillos, repite conmigo Lauren.
- yo Lauren Conrad, acepto a Dylan Bradley como mi esposo, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte nos separe. - le coloco el anillo.
- yo Dylan Bradley, acepto a Lauren Conrad como mi esposa, para amarla y respetarla hasta que la muerte nos separe - me coloca el anillo.
Y luego el padre dijo las diez palabras, que me desgracio la maldita vida.
- los declaro maridos y mujer, puede besar a la novia.
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Señor Bradley.
NouvellesElla: "La Vida es Una mierda". El: "Aunque, no quieras, ERES y SERAS MÍA" Comienzo de la historia: 6 de noviembre del 2016. Final de la historia: 26 de junio del 2017 No copiar. Derecho de autor. Dato: Antes de leer esta historia, quiero dejar claro...