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[ LIII ]

Dos meses después de aquel viaje a la reserva, se acercó el cumpleaños de JiMin -aunque caía entre semana, decidimos celebrarlo en fin de semana porque así los chicos podrían llegar y yo podría pedir un día libre-, y él, como el niño que era, quiso hacer un pastel junto conmigo.

Cabe destacar que dejamos su cocina llena de harina. En su rostro también había, y está había ido a parar allí por mi culpa, unos pequeños manchones en su nariz y uno en su frente, aunque él lo devolvió embarrándome de chocolate. Fue una pelea absurda pero también era un pretexto para besarlo cada que podía, sus padres no estaban y me sentía con más libertad por eso...

Cuando su madre llegó, miró su cocina y suspiró.

"Ambos van a limpiar esto"

Asentimos sonrientes y comenzamos a limpiar mientras esperábamos que el pastel estuviera listo. Cuando sonó la alarma del pequeño microondas ambos miramos animados el pastel, estaba quemado en algunas partes, se había "desinflado" por lo que se veía más como una masa que en cualquier momento se lanzaría a la ventana gritando «¡Libertad!». En ese instante ambos padres de JiMin entraron y él comenzó a reír fuerte cuando vio sus rostros asustados.

"¿Alguien quiere?"

Ambos negaron.

"Qué bueno que compré pastel."

Mencionó el señor Park, al parecer JiMin notó el pastel porque su risa se hizo más fuerte y me abrazó escondiendo su rostro en mi pecho. Yo sólo sonreí y sacando provecho de mi avance con los señores mencioné...

"Pero si lo hicimos para ustedes."

"Ah~ qué tierno YoonGi, pero..."

La señora miró a su esposo pidiendo ayuda. El señor Park sonrió y me miró.

"... pero estamos tan agradecidos que dejamos que ustedes lo coman."

Ambos reímos y después JiMin picaba el pastel con un tenedor mientras me decía entre tiempos con señas...