Cuando salió de su casa portaba una gran bufanda gris, pensé que era correcto porque el clima aún era traicionero. También cargaba una sudadera atorada en, su siempre fiel, mochila negra. Los primeros minutos fueron como la primera vez que nos encontramos solos; incómodos. Aunque durante el camino me jaló muchas veces intentando saber a dónde iríamos.
Nuestra primera parada; un restaurante. Inmediatamente sacó aquella libretita, hojeó hasta encontrar una limpia y escribió.
"Lo siento, mi mamá me obligó a comer antes de salir, no tengo hambre :("
"Sabía que me rechazarías..."
Sólo quería molestarlo.
No me respondió, en realidad no me importaba si yo no comía, bien podía comprar unas galletas para el camino. Tomé mis cosas para levantarme, pero entonces JiMin agitó las manos pidiendo servicio, arribó una empleada y JiMin señaló desesperado algo del menú."Un helado de fresa..."
La chica me miró, suspiré... pedí un café y unas donas. Cuando la chica se retiró fruncí el ceño y tomé la libreta, no quería que medio restaurante escuchara mi molestia.
"Me puedes explicar ¿por qué cojones pediste un helado si recién te estás recuperando?"
JiMin lo leyó y se mordió el labio.
"No lo sé... yo... pedí lo primero que vi. No quería que te enojaras."
Al terminar de leerlo lo miré y mi enojo se esfumó... sonreí y el sonrió conmigo.
"Está bien, yo comeré el helado y tu el café."
Después de haber terminado de comer, nos fuimos y JiMin inconscientemente caminó en dirección a su casa. Tomé su hombro y negué.
•
Lo veía emocionado rozando los cristales suavemente con las yemas de sus dedos, como si temiera quebrarlos o espantar a los pequeños animalillos del otro lado.
Sus ojos viajaban de una esquina a otra, seguramente perdido en los colores y las pequeñas burbujas.
Me miraba y señalaba a cierto animalillo, yo sólo sonreía y asentía. Me sentí como si estuviera cuidando de un niño emocionado.
El acuario era grande, más de lo que imaginé, el precio bastante accesible, y la verdad es que me lancé sin saber algún dato certero. Sólo le pregunté a mi hermano por algún acuario cercano y él me dio la dirección.
Tomó mi mano y corrió hacia una vitrina especialmente grande; tenía peces coloridos y muy exóticos, jamás pensé que en la ciudad habían este tipo de especies. Sonreí al ver que me señalaba uno en particular. Me solté de su agarre y caminé hacia un pequeño cuaderno con los datos de los peces detrás del cristal.
"Ángel. Ese de allí se llama pez Ángel."
Mencioné tomando su mano y acercándolo a aquella compilado de datos, señalándole el lugar donde debía leer. Asintió y me miró. Con movimientos suaves y casi elegantes comenzó a mover sus manos, me estaba enseñando esa palabra. Le seguí los movimientos. Sonreía cuando le atinaba exactamente y soltaba una risa, que ahogaba contra su mano haciéndola inaudible, cuando fallaba.
Seguía mirándole aun cuando él giró nuevamente a aquellos peces. Sonreí avergonzado. Por un momento, mientras estudiaba su rostro, que era manchado por las luces filtradas por el agua, mientras sus ojos eran bañados por emoción y mientras sus labios fruncían suaves sonrisas... pensé... que quizás sería un buen apodo para él.
"... Ángel..."
Pero no se lo diría jamás, es demasiado vergonzoso.
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Me volví a pasar de palabras 😗
Más y más cliché :B
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green eyes→»ym
Fanfiction- NO se permiten adaptaciones. - NO se permiten traducciones. - NO se permiten obras derivadas. - GRACIAS. YoonGi conoce a JiMin en una fiesta. JiMin es diferente de lo que YoonGi piensa. ✒ FINALIZADA (6/02/17) ✒ Novela gráfica ...