Me levanté temprano a mi parecer. Me vestí y me hice una coleta en el cabello. Poco después oí que tocaron mi puerta. -Adiam, ya está el desayuno, puedes bajar.- la voz de mi amiga adormecida se escuchaba al otro lado de la puerta. Me coloqué mis converse negras y bajé tan rápido como pude. Al llegar al comedor observé a mi amiga en la mesa ya desayunando. Me senté y comí del cual me indicó mi amiga era mi plato. Pocos segundos después ya estábamos charlando.
-Adiam, hoy mi hermano Dong-yul nos llevará a comprar los uniformes para la escuela.- abrí los ojos como platos. Es cierto. Se me había olvidado que en sólo dos dias comenzaría en mi nueva escuela. Era la primera escuela a la que asistiría que esté especializada en la música y el baile. Me emocionaba por una parte pero por la otra me ponía nerviosa porque estaría en una escuela en la cuál no conocía a nadie ya que mi amiga asistiría a un colegio normal.
Young mi subió a arreglarse y yo me quedé a esperarla en el sillón. Luego de unos minutos bajó ellas con un joven de algunos 20 años al parecer era su hermano Dong-yul. -Buenos días.- Salude cordialmente a ambos. -Perfecto, ya estamos todos. Podemos irnos ahora.-concluyó sonriendo Young Mi mientras nos dirigíamos a la puerta.
En el camino Young Mi estuvo tarareando algunas canciones de la radio hasta que por fin llegamos. Entramos a una tienda no muy grande en donde había uniformes se podría decir que de todo tipo. Mi amiga se dirigió rápidamente a alguna parte específica de la tienda de dónde sacó lo que al parecer sería su uniforme. Yo no tenía idea de cuál era el uniforme de mi colegio así que pregunte a la empleada que se encontraba ayudando a Young Mi. La mujer me llevó hasta el otro lado de la tienda y me señaló lo que al parecer sería el uniforme de mi nuevo colegio.
Antes de regresar a la casa fuimos por algo de comer ya que nos había tomado todo el mediodía comprar lo que necesitaríamos para la escuela. Una vez almorzamos ahora sí volvimos a la casa.
El resto del día lo pasé hablando con Young Mi sobre cómo esperábamos que fueran nuestros nuevos colegios y dé algunas cosas que queríamos hacer juntas en este tiempo que estaría en Corea.
Se hizo finalmente de tarde y nos llamaron para comer. Después de eso vimos películas con los hermanos de Young Mi hasta que se hizo de noche.
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Me levanté más temprano de lo que me esperaba ya que había estado despierta hasta bastante tarde y debería haber dormido más, pero simplemente no podía seguir durmiendo. Me levanté de la cama y cambie mi ropa. Me puse unos shorts negros y una camisa roja con estampado de ositos que ni yo recordaba había traído en mi maleta. Como no tenía ganas de peinarme me puse mi beanie de color gris y así salí de mi habitación. Fui al baño, lavé mi cara y dientes y decidí bajar a la sala a ver televisión. Tenía hambre, pero como todos los demás estaban durmiendo no quería "robar" comida del refrigerador así que sólo permanecí sentada en el sofá viendo la televisión.
-Ah, ya estás despierta.- La voz de ¿Kwan? el hermano de Young Mi hizo que diese un pequeño salto en el sillón al salir de la nada cuando menos me lo esperaba.
-¿Tienes hambre?- preguntó por fin a lo que yo asentí sin ninguna duda. Sacó dos platos, el cereal y la leche del refrigerador y sirvió el cereal para ambos. Rápidamente nos sentamos y comenzamos a comer. -Buenos días...- saludó Young Mi en un gran bostezo mientras bajaba las escaleras. Tomo un plato y se sirvió cereal para desayunar con nosotros.
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En la tarde Young Mi me llevó a una heladería donde según dijo "venden el mejor helado del mundo". La primera vez que lo oí reí ante su comentario , pero luego de probarlo puedo decir que no se equivoca.
Pasé el resto de la tarde un poco preocupada por mañana al igual que mi amiga que no paran de decirme que tuviera cuidado en mi nuevo colegio porque esta vez no estaría ella para ayudarme. Al final del día por fin me dormí luego de largos minutos mirando al techo que no me permitía conciliar el sueño.
