C30

317 21 0
                                    

Capítulo 30, Me he cansado de esperar

-¿Se puede saber qué haces aquí? -le pregunté cuando Miller me pidió que le enseñara la zona, todos habían vuelto a sus trabajos, por lo que al fin pudimos estar a solas y quería saber qué demonios hacía aquí.

Sabía que él también había estudiado medicina y que tenía los conocimientos necesarios para estar aquí. Pero algo me decía que si estaba aquí era por otros motivos.

No es que me desagradara su compañía ni mucho menos, pero no me lo esperaba.

-Bueno, me cansé de esperar, de esperar el día en que consigas sanar y volver con nosotros. Por eso decidí que, si tengo que esperar, prefiero esperar a tu lado, Bella.

Ambos nos paramos y nos miramos frente a frente.

-Es una tortura ver los días pasar y sólo recibir una llamada tuya cada mes. Esa única llamada mensual es lo que ha hecho que tenga algo de sentido mi vida desde que te fuiste. Pero estoy cansado de eso, quiero estar a tu lado.

Iba a hablar, pero Edward me pidió con un gesto de manos que le dejara acabar.

-No me malentiendas, quiero estar a tu lado pero no como pareja, sé que para eso aún no estás preparada y lo respeto. Pero quiero estar contigo como amigo, no me puedes negar eso. Más aún cuando te has hecho amiga de Jane -soltó lo último como si fuera algo tan irreal.

Vale, sabía que sonaba irreal lo de mi amistad con Jane. Pero desde que nos peleamos durante la batalla fue como si Jane se quitara la máscara y mostrara su verdadero ser.

Ella no era el demonio que yo siempre había pensado, al igual que yo tampoco era el demonio que me habían hecho creer.

Ella y yo teníamos mucho más en común de lo que nunca había podido imaginar. Por eso, cuando me la encontré años después, no pudimos evitar hablar de todo lo que habíamos vivido. Eramos tan parecidas y habíamos pasado por cosas tan similares que la amistad surgió sola.

Desde entonces eramos inseparables. Ahora ambas estábamos intentando sanar, juntas era más fácil, porque cuando la miraba a ella era como verme a mi misma y darme cuenta de que no estaba sola, que había más personas que sufrían como yo, pero que luchaban por salir adelante.

-Lo de Jane es diferente, ambas pasamos por lo mismo y nos entendemos -le expliqué.

-Vamos, Bells, prometo no molestarte, sólo quiero estar a tu lado, no quiero sentir que me he perdido más cosas de tu vida. Además, yo también quiero ayudar, veo las noticias ¿sabes? Y en este lugar lo que más necesitan es ayuda. No me niegues eso.

Le miré. Dudosa al principio, pero feliz después. A pesar de que mi bienvenida no había sido muy calurosa en mi interior sí me alegraba de tenerle a mi lado.

Pero eso era algo que no reconocería nunca en voz alta, porque aún no podía darme una oportunidad de ser feliz a su lado.

Y si él quería ayudar aquí no sería yo quien se lo impidiera.

º º º

El tiempo pasó y la compañía de Edward se volvió demasiado reconfortante entre tantas penas que nos proporcionaba este lugar. Era tremendamente doloroso y triste ver morir a gente diariamente y más si eran sólo niños.

Edward, Jane y yo nos escabullíamos una noche a la semana para ir a cazar, nos tocaba cruzar casi medio mundo para hacerlo porque en el desierto no había nada, pero valía la pena. Ni Jane ni yo queríamos volver a quitar ninguna vida humana, ni para saciar nuestra sed ni para nada. Por lo que nuestra dieta se volvió "vegetariana" desde que derrotamos a los Vulturis.

La hija del diablo (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora