No me rechaces *Borrador* [En Pausa]

Capítulo 10

Stiles negó con la cabeza antes de volver a resistirse. El hombre lobo le daba miedo, pero no estaba realmente enfocado en la presencia de Peter. Algo comenzaba a notar de la voz femenina que estaba en su cabeza, ya la había escuchado anteriormente, era como si ya la hubiera escuchado en otra parte y estaba intentando entrelazar los cabos sueltos. Era... la mente de Stiles comenzó a nublarse, la fiebre lo volvió a golpear y perdió ligeramente la noción de las cosas.

—¿Qué mierda te crees? —gritó intentando zafarse del agarre del lobo, pero era imposible, la diferencia entre sus fuerzas era abismal además de que en ese momento realmente se sentía débil.

—¿Te parece correcto ir por la vida dejando a la gente semi desnuda en la mitad de la calle? —preguntó mientras apretaba más su agarré—. No me parece que sea correcto Stiles —se contestó a sí mismo el mayor de los Hale, orillando al escuálido cuerpo de Stiles acercarse más a la pared, lo estaba acorralando—. Pero incluso si tus vecinos me miraron asustados y que tu padre me detuviera en medio de la calle sin mencionar de los terribles golpes que recibí de mi adorado sobrino, creo que valió la pena.

—¿Derek hizo qué...? —imaginar al Sourwolf pelear con su tío no era nuevo, pero de alguna forma le alegró saber que lo hizo para protegerlo de alguna forma, que lo hiciera le hizo sonreír ligeramente llamando la atención de su captor.

—¿Te preocupas por mi sobrino? —Peter lo estampó con fuerza haciendo que se quejará de dolor borrando su sonrisa—. No te preocupes amor, él ya no nos molestará.

«Peter Hale es un hombre muy fuerte y poderoso» dijo la voz en su cabeza, sintiendo con ello que su cicatriz en el cuello quemaba «Si tan solo lo pudieras besar, tendría a otro chico con el cual divertirme Stiles... ¿puedes hacerlo?» Stiles cerró los ojos confundido, pero incluso antes de que pudiera decir algo al respecto, la puerta de su habitación se abrió con brusquedad y las manos de Peter se alejaron de él juntó con a ese impulso de besar al mayor.

Y cuando volteó a ver quién había sido su salvador la sangre se le heló un poco, pero Stiles debía pensar en otras cosas primero.

(...)

Quería hablar con Stiles antes de hacer nada con Derek. Saber las verdaderas intenciones del humano de la manada con el alfa, hacerlo hablar con la verdad y solo la verdad, porque Derek era como su padre, y Stiles sería como su madre y no quería vivir con la imagen de su "tío" medio muerto Peter follándose a su madre, ni de la mano derecha de su padre, Scott, manoseando a Stiles a las espaldas de todos. Un escalofrío recorrió su espina dorsal con esos últimos pensamientos, realmente se quería ahorrar ese trauma, gracias. Prefería que todo quedará claro y para ello necesitaba saber a quién escogería Stiles y sabiendo eso, todos los involucrados aceptarán su decisión, pero justo cuando llegó al lugar, escuchó la voz de Stiles como si lo tuviera muy cerca de su oído y el corazón se le detuvo. Estaba gritando y no de placer, gracias a dios, pero sí de dolor, lamentablemente.

Tenía un mal presentimiento desde que había desaparecido Kevin, su compañero de clases, no hacía mucho habían pasado por una situación similar. ¿Y si Stiles estaba siendo atacado por lo mismo que hizo desaparecer a Kevin? Corrió los kilómetros que faltaban para llegar a la casa de su colega, pero cuando quiso entrar por la puerta, cayó de espaldas en la acera.

No tuvo que intentarlo de nuevo para saber de qué se trataba.

«Las estúpidas cenizas» murmuró regresando en sí. Entonces notó la voz de Peter, alojándose en su oído, riendo por lo bajo mientras Stiles forcejeaba y eso enojó un poco más a Isaac. Era la primera vez que sentía verdadera impotencia por no poder ayudar a un compañero y era molesto, aunque bueno, ahora sabía quién era él atacante.

"Detente Peter" La voz del humano detonaba llanto y eso le heló la sangre aún más. Debía reaccionar rápido, idear un plan para poder entrar sin que saliera volando por los aires como hacía unos segundos había hecho. Debía quitar las cenizas, pero no tenía ni la más mínima idea de como hacer eso. Scott había roto una vez un circulo con su estrepitosa fuerza, sin embargo, llamar al moreno era imposible considerado la situación.

Entonces recordó algo que Deaton murmuró una vez que estuvo con él hasta tarde. El cirulo puede romperse interponiendo un objeto humano en la línea del circulo. Nunca lo había intentado, así que actuó de manera precipitada y se quitó su zapato, era el único objeto que tenía y si funcionaba podría romper el círculo. La idea era simplemente como lo había dicho Deaton aquella vez, pero su zapato... ¿sería humano? Su esencia ya estaba impregnada en sus cosas, ya no eran cosas "humanas", pero ¿qué opción tenía? Eso podría funcionar.

Idéntico el círculo en el suelo y se acercó lentamente a él, se puso de cuclillas e hizo la parte de su plan. El tenis traspaso la línea y logró que se rompiera un pequeño centímetro, lo suficiente como para que el campo de protección se desvaneciera. Isaac hubiese gritado de la emoción, Deaton tenía razón en lo que le había dicho, pero no era momento para aplaudir sus logros.

Abrió la puerta con una copia de la llave y subió rápidamente las escaleras para entrar al cuarto del susodicho humano y lo que vio, si bien no lo traumó, si lo hizo enfurecer. Tomó a Peter de las manos y lo apartó del pequeño. Lo empujó con todas sus fuerzas y una vez teniéndolo alejado le dio un fuerte golpe en la cara.

Los ojos de hombre se volvieron azules y los del rubio de un color amarillento brillante. Tratando de imponer superioridad, aunque ninguno de los dos era realmente superior del otro, pero justo para cuando Peter e Isaac se iban a pelear seriamente, el cuerpo del hombre se cayó al suelo como si se hubiera desmayado.

Isaac miró confundido a Stiles encontrando que llevaba consigo la garra de un kanima con veneno.

—¿De dónde mierdas conseguiste eso? —preguntó curioso.

—¿En serio me lo vas a preguntar ahora? —respondió Stiles frunciendo el entrecejo. Isaac negó lentamente la cabeza y mejor se dedicó a cargar al lobo para sacarlo de la casa. Peter soltaba de vez en cuando impropios hacia los dos, pero a Isaac realmente no le tomo importancia y una vez fuera lo dejaron ahí en la calle. Stiles le dio un seco gracias y antes de que volviera a poner su círculo de cenizas fue corriendo a su lado.

—Tengo que hablar contigo —dijo mientras lo sujetaba del brazo, notándolo caliente.

El adolescente asintió y lo dejo entrar antes de activar de nuevo su super sistema de seguridad para lobos y demás seres sobrenaturales. Peter grito su nombre, pero ninguno de los dos le presto la menor atención.

(...)

Cuando volvieron a subir las escaleras, el olor del cuarto de Stiles azotó sus sentidos de una forma que sus rodillas temblaron de anticipación. El miedo y las náuseas le daban la buena señal de que él no quería nada con el mayor de los Hale, sin embargo, había otro aroma en el espacio que era el que realmente le dejaba intrigado. Suave, sutil, casi inexistente se filtró por su nariz y lleno sus pulmones, una cosa embriagadora que jamás había conocido y que inconscientemente lo atribuyó al chico.

—¿De qué quieres hablar? —la voz del humano lo distrajo por completo de sus pensamientos

Isaac meneo la cabeza para acomodar sus ideas, había olvidado por un instante a que había ido. Trato de ignorar semejante aroma y centrar su mente en lo que realmente quería.

—Yo... —comenzó, pero ese algo lo alteraba. Miro como Stiles alzaba una ceja confundido y se cruzaba de brazos—. Vine a decirte...

Algo extraño pasaba, no podía dejar de sentir la necesidad de acercarse más a Stiles. Ciertamente nunca lo había visto de mala manera, pero le caía bien Derek, y ahora mismo se sentía como un sucio traidor, igual que Scott, igual que Peter, porque sentía las insanas ganas de besar a ese chico, era igual a la chica serpiente, la misma embriagante sensación, el afrodisíaco aroma que emanaba... era igual y él no podía negarse a esa necesidad.

«No» gritó en sus adentros, alejándose de su compañero y apretando sus puños, negándose a caer en ese hechizo. Miró a Stiles a los ojos una vez más y esta vez, sintió que aquel que le regresaba la mirada no era en realidad el mismo Stiles que conocía.