¿Existe el amor?

CAPITULO 6: Te quiero

Me quede en shock; Dake Llener me estaba pidiendo perdón esto era otro nivel, pero si cree que lo perdonaré tan fácil y que será mi amigo está muy equivocado. Tendrá que ganarse mi amistad, lo que me hizo no se olvida de la noche a la mañana, no señor, no se la pondría tan fácil.

— No, no te perdono y tampoco quiero ser tu amiga

Cuando termine de hablar él se puso pálido y no se movía, me estaba asustando así que decidí hablarle.

— Oye reacciona— dije agitando mi mano frente a él —mira soy tu amiga si es que te ganas mi amistad y mi perdón ¿entendiste?

Ni siquiera hablo solo asintió y me abrazo, su abrazo me tomo por sorpresa por lo cual caímos a la fuente que estaba detrás de nosotros, quedando empapados.

—Disculpa — dice apenado

No pude aguantarme la risa y me reí.

— ¿Por qué te ríes?

— Porque nos caímos a la fuente

— P-pero estas toda empapada

— ¿Y que tiene? Solo es agua. —dije

— Mejor salimos de aquí

— Sí, tienes razón sino salimos nos vamos a mojar más

— No creo que eso sea posible

— Yo creo que si — dije empujándolo hacia atrás ocasionando que termino todo empapado de pies a cabeza— ¿vez como si es posible?

— Me las vas a pagar— dijo para luego jalar mi brazo haciéndome caer y así terminando de mojarme.

— Oye muy divertido y todo lo que tú quieras pero tengo que comprar cosas

— ¿Qué ibas a comprar?— pregunta

— Iba a comprar algunos snacks para mañana

— ¿Qué hay mañana?

— Lo que pasa es que mañana nos vamos al parque de diversiones

— ¿nos?

— Sí mis amigas, Jabín, Amber, Nath y kate también van.

— Ah, bueno entonces párate, te acompaño a comprar las cosas— dice extendiéndome su mano para pararme.

— Gracias— digo una vez ya parada

Después de salir de la fuente, nos dirigimos a una tienda de ropa para comprar algo con lo que reemplazar la ropa mojada que llevamos puesta. Luego de cambiarnos nos dirigimos a la tienda de alimentos.

— ¿Bueno que ibas a comprar?

— Papitas, galletas, gomitas y chocolates; yo creo que con eso bastara

— Bueno, vamos

Cuando terminamos de escoger todo fuimos a pagar y él se ofreció a pagarlo pero como eran mis cosas terminamos dividiéndonos el pago. Cuándo estábamos saliendo al estacionamiento nos encontramos con un señor pidiendo limosna.

— Me pueden ayudar, por favor —dijo el señor extendiéndonos una latita

— Tome señor —dijo Dake poniendo en la latita un billete de diez

— Que Dios lo bendiga joven—dijo el señor para luego irse

— No me lo puedo creer, Dake Llenner acaba de dar limosna a un señor de la calle, esto es sorprendente— dije

— ¿Qué te sorprende?

— Lo que pasa es que nunca conocí este lado tuyo.

— Hay muchas cosas de mí que no conoces.

Después de un rato me acompaño hasta mi casa, el trayecto estuvo ocupado de un silencio incomodó. Al llegar a mi casa decidí entrar,ya que tenía un poco de frío, pero la voz de él me detiene.

— Vero yo me preguntaba si mañana los podía acompañar

— Claro por qué no te vienes mañana aquí y nos vamos todos juntos.

Después de acordar a qué hora vendría nos despedimos y por fin pude entrar a mi casa, una vez dentro me dirigí a mi habitación a dejar todo listo para mañana ya que conociéndome se me terminaría olvidando las cosas.

Cuando termine de alistar todo decidí ir a visitar a mis nuevos vecinos, ya que no tenía nada que hacer; cuando estaba por salir de mi casa tocan la puerta y bajo rápido a abrirla, cuando la puerta se abre y me deja ver a la persona que está detrás de esta me sorprendo al darme cuenta de quien está parado frente mío.

— Hola — me saludo Eduart

— H-hola, yo justo iba a visitarte. Pasa... — dije dándole espacio para que pudiera entrar.

Una vez entro cerré la puerta y lo guie hasta la sala. Ahora que lo miraba bien tenía puesto unos jeans negros ajustados, y una camisa ploma que no parecía quedarle ajustada si no más bien que se amoldaba a su cuerpo, simplemente le quedaba perfecta. Me me di cuenta que lo estaba mirando mucho asi que dirigí mi mirada a su cara y me concentre en sus ojos, tenía unos hermosos ojos azules que me hipnotizaban, ¿Es posible perderse en unos ojos? Pues yo creo que sí ¿Pero qué estás pensando, Vero? ¡Concéntrate!

— ¿Qué te trae por aquí, Eduart?

— Solo vine a pasar el rato contigo ¿acaso no puedo?

— No es eso

— Bueno, ¿Qué tal si vemos una película?

— Okey, pero yo la elijo

— Está bien, ¿Cuál quieres ver?

— Nose, déjame ver cuales tengo

Me acerque al estante con las películas y me di con la sorpresa de que solo tenía 4 películas, una de ella era de romance las otras de terror, y como no iba a ver bajo la misma estrella con Eduart me decidí por poner el Conjuro, aunque ya me la vi un par de veces, saco la película y la coloco en el DVD.

— ¿Cuál película veremos?— pregunto Eduart

— El conjuro

— ¿Segura?

— Sí, ¿Por qué lo preguntas?

— No por nada, ¿hacemos palomitas?

— Sí

Nos dirigimos a la cocina y saque de la refrigeradora dos gaseosas, se las di a Eduart y le dije que valla esperando en la sala que hay iba con las palomitas, él acepto y se dirigió a la sala, cuando salió de la cocina me acerque a un gabinete y saque un sobre de palomitas instantáneas, después de hacer las palomitas en el microondas me fui a la sala y me acerque a Eduart que estaba poniendo la película.

Cuando termino la película nos quedamos charlando un rato más hasta que se hizo tarde, así que nos acercamos a la puerta y desde el umbral de esta hablo.

—Vero, antes de irme quiero decirte algo

— ¿Qué cosa?—pregunte, sonaba nervioso

— Este... Pues... Yo te quiero mucho

¿Querer? ¿Cómo amigos, no? ¿O como algo más? Si se trata de amigos yo también lo quiero como un amigo, si me quisiera como algo más yo no podría corresponderle porque yo no sé que es estar enamorada.

—Yo también te quiero, eres un gran amigo

Murmuro algo inaudible y luego se despidió me pareció que estaba algo ¿triste?

Subí y cuando entre en mi habitación me recosté en mi cama y me puse a pensar en lo que paso hace unos momentos. Si Eduart se enamorara de mí no sabría que hacer porque yo nunca he estado enamorada de alguien, no sé qué es amor, no sé si de verdad existe el amor, para mí eso suena tan lejano, mis amigas hablan del amor pero yo no sé qué es eso. Estaba tan absorta en mis pensamientos hasta que mi celular suena.