¿Existe el amor?

Capitulo 34

Hablar con mi hermano de por si no es fácil. Imagínense enfrentarlo y preguntarle por su vida privada.

Pero tengo que hacerlo. El ya no es un niño pero aún sigo preocupándome por el como s lo fuese.

Llegué a la puerta de su cuarto y alce la mano para tocar la puerta. Pero a escasos centímetros de esta mi mano se detuvo. ¿Que le diré cuando lo vea? ¿Simplemente le preguntare por este chico?

Mi mano fue descendiendo lentamente. No sé qué decirle. Apoye mi espalda en la puerta y me deslice lentamente por esta. Quiero aconsejarlo pero no sé como. Según mis amigos soy buena dando consejos, pero la verdad, yo nunca he creído eso y como creerlo si nunca he podido poner a prueba los consejos que les doy a las demás personas.

Sin dejarme tiempo para reaccionar mi hermano abre la puerta y yo caigo al suelo.

- ¿Que haces aquí?
- Quería hablar contigo sobre lo que ibas a hacer ayer.
- Ah eso...
- Si eso.

Yo seguía tirada en el suelo pero no me importaba, puedo hablar perfectamente desde aquí.

- Bueno no creo que podamos hablar situ sigues ahí en el suelo así que mejor me voy y luego hablamos

Cuando estaba por cruzar la puerta de su habitación lo agarre del pie y no lo deje avanzar más.

- Ya te dije que tú de aquí no te mueves, hermanito, al menos que quieras que les diga a nuestros padres lo que descubrí

Ya sé que amenazarlo no es la solución, ¿pero que más puedo hacer? El no quiere colaborar por las buenas así que lo haré por las malas. Con una soga que encontré tirada por el suelo lo amarre a las patas de su escritorio. Mejor luego le pregunto porque tiene una soga.

- No me puedes dejar así, soy tu hermano, ten compasión.

- Hermano o no, no te muevas ahorita regreso voy a por comida

Pov Frank

Moverse era lo último que iba a hacer. Además como hacerlo si estaba amarrado.
Solo le quedaba esperar después de todo su querida hermanita no podía tardar demasiado ¿O si? No, no creo, se iba a acordar de regresar a por mí. Además solo iba a por comida. ¿Cuánto se podía demorar en buscarla? ¿Dos minutos? ¿Cinco minutos? ¿Una hora? Si máximo una hora. Y mientras tanto podía leer algo. El problema es como alcanzo el libro y como paso las hojas, si es que logro alcanzarlo.

Ahora que lo pensaba la soga con la que estaba amarrado le había servido para tantas cosas. Una de ellas fue meterse en la casa de un pequeño de ojos grises...

Mi pequeño... No puedo seguir negándolo. Me encantan sus ojos, me encanta provocar su sonrojo, me fascina el simple hecho de tenerlo a mi lado. Pero... ¿Y si no me aceptan?, ¿y si a él le avergüenza estar a mi lado? Me ha dicho reiteradas veces que no es así pero todavía tengo cierta duda. Todavía pienso que no es así. Aunque también es verdad que el que no quiere decir, y aceptar, que estamos en algo. Soy yo, y nadie más que yo el que no quiere hacer de esta una relación formal. Pero él, yo sé que él tiene sus dudas. Lo sé y me duele no poder aclararle cada una de ellas. Pero no sé como, ni sé como decirle que soy un cobarde que no puede expresar sus sentimientos libremente, no sé como decirle que me vuelve loco. No sé como hacerlo. Y eso me duele más de lo que a él le podría doler. ¿O no? La verdad nunca me ha compartido sus sentimientos, no hasta ese punto. Y me siento culpable. Y es que lo soy. Por mi culpa no puede decir libremente que soy su enamorado.

-Joder, nunca lo había llamado así, siempre me he referido a él por su nombre, Lukas.

- Así que el susodicho se llama Lukas.

-Dejame ir, tengo que ir a verlo, tengo que decirle que...

-¿Que lo amas?

- Amar es una palabra muy fuerte, solo es una simple atracción

«Solo es una simple atracción. Solo es una simple atracción.»

Sí... Lo repetiré hasta que yo mismo logre convencerme que hay verdad en esas palabras.

La verdad es que si lo amo. Pero aun no le daría el gusto a mi hermana de oírlo. No hasta que ella acepte que se quiere tirar a ese tal Dake. A el chico que odiaba. Si cree que no me he dado cuenta que lo ha besado, esta muy equivocado.

- Bueno hermanito si no quieres admitirlo puedo decirles a mis padres lo que vi ayer.

Así que con esas quería jugar. Yo no soy el único que guarda secretos. Ella no es la única que puede jugar a este juego.

- Diles, apuesto que también estarán encantados de saber que su querida hija durmió con el chico que le hacia bullying

- Maldito

Se fue y cerro la puerta. Al parecer había ganado. Por ahora, la verdad no creo que dure mucho mi victoria.

Hola...
Lo siento. Los ensayos de la marinera y los estudios me han tenido ocupada. Pero ya regrese y está vez ya no me iré.

:)