Capítulo 33: Todo por un beso

17 3 0
                                    

Me quedé un rato más escuchando los constantes reclamos de mi mamá. Sobre que ya estaba grandecita y era lo suficientemente responsable para saber que era incorrecto el tener a un chico semi desnudo en mi habitación.
Eso era más que obvio. No tenía que sacarle mucha lógica. Todo era más que razonable: me iba a castigar. Ojalá y no sea así, ojalá alguien escuche mis hermosas súplicas y mi madre no me castigue. No lo hice porque quice, lo hice por qué era necesario. Era un asunto de vida o muerte. ¿A quien engaño? Podía haber pensado en la habitación de invitados, podía haberla arreglado y preparado para que pasara esta noche ahí, pero no lo hice. La única opción que le di fue mi cama, mi habitación.
Y eso no debió ser así. Aunque no me arrepienta de nada total fue un beso maravilloso el que me dió, un beso que no cambiaría por nada. Un beso que no hubiera querido que fuera con otra persona que no sea él.

— Vero, como entenderás tengo que...

No podía ser castigada sin antes pelear por no estarlo. Por pelear me refiero a suplicar. Eso es algo que suele funcionar.

— Mami querida, preciosa, adorada, luz de mis ojos, fuente de mi inspiración — este método es infalible — creo yo que me he portado mal y a decir verdad aunque parezca que si, no deberías castigarme ya que se que he cometido un error y no pienso volver hacerlo

Este método nunca falla a menos que seas mi papá, ese señor que tengo como padre no se deja convercer por nadie ni nada al menos claro que seas mi mamá.
Ella es la única que lo hace cambiar de opinión.

— Ay hijita, si algo he aprendido de tu padre es que no debo ceder no importa cuantos halagos me hagan
— Pero mamita... yo ya aprendí la lección                                                                                                                — Vero, lo único que puedo hacer por ti es ponerte un castigo más leve

Que les dije, infalible. Se que no me quito el castigo pero al menos ya no me pondrá uno tan feo y horrible.

 Algo es algo, peor es nada.

— Tu castigo sera el siguiente... 

Lo peor se aproxima lo presiento.

— No podrás salir, — siento que esto no es todo — no podrás usar tu celular y tampoco podrás traer al chico durante un periodo indefinido

Me iba a quejar pero... ¿Que gano haciéndolo? Total podría ser peor. Me podrían prohibir verlo.

Ahora que lo pienso si esto hubiera pasado antes no me importaría un carajo el verlo o no, pero ahora es diferente.  Ahora lo quiero, lo aprecio como un amigo, y quien sabe tal vez hasta como algo más. 

Si a la yo de hace un tiempo alguien le decía, le aseguraba, que iba a sentir algo por Dake creo que hubiera tomado a esa persona por loca. Pero en estos momentos me doy cuenta que lo "imposible" no esta tan lejos de la realidad como muchos creen. Solo vean yo que odiaba a Dake al final le di una oportunidad y me demostró que quería cambiar; con esto no digo que toda persona vaya a ser igual si no que hay que saber cuando dar esa oportunidad. Tampoco se la vas a alguien que te pega ¿No? o a alguien quien ya recibió demasiadas oportunidades. Una esta bien, dos ya no. Si no mostró su cambio en la primara oportunidad no creo que la haga en la segunda o en la tercera, simplemente no lo va hacer.

— Okey mamá, si me disculpas voy a conversar con mi hermano tenemos temas pendientes que tratar






¿Existe el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora