El destino de una rosa

El principio del fin

La tranquilidad regresó a la mansión Ferzen en muy poco tiempo. La sonbria forma ser que Nick había adquirido con el paso de los años, en poco más de dos meses había cambiado por completo, ahora sonreía como antes y se sentía feliz, la alegría por fin había vuelto aquella casa.
-Jane... ¿Embarazada?-pregunto Nick, con asombro a su tía Jolibeth.

-Así es- respondió la dama.

-¿Y quien es el padre?- pregunto esta ves Máx.

-Eso si no se, ella no a querido decir nada y yo no pienso obligarla- volvió a responder Jolibeth.

-Esta en todo su derecho- replicó Nick- Será emocionante tener un nuevo bebé en casa- agregó con emoción.

-Si lo que quieres es un bebé- dijo Máx en tono juguetón- Deberíamos poner más empeño ¿No crees?-pregunto haciendo que Nick se atragantara con el té que bebía y sus mejillas se sonrojarsen hasta las orejas.

Jolibeth empezó a reír a carcajadas al ver las expresiones de Nick con la broma de Máx, aunque ella sabía que no era tan broma, hacia dos meses que habían echo su relación formal delante de la familia, así que la llegada de un nuevo miembro sería cuestión de tiempo.

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La llegada de la pequeña hija de Jane causó revuelo en la mansión, Nick quiso ser el primero en cargar a la pequeña bebé de cabellos azulados y hermosos ojos negros, iguales a los de su madre.

-¿Sabías que en la corte dicen que esta bebé es de uno de nosotros?-pregunto Máx viendo la bebé en brazos de Nick.

-Me importa un...-empezó Nick.

-Nicholai- le reprendió Jolibeth.

-Lo siento tía- se disculpó Nick.

-Es increíble- murmuró Máx jugando con la manita de la bebé.
-¿Que?-pregunto Nick con curiosidad.

-Que el ilustre coronel de la Guardia Real, sea regañado por su tía a su edad- dijo Máx con burla.

-Agradece que tengo la bebé en brazos- murmuró Nick con molestia.

-Lo agradesco- le dijo Máx al oído- Por que de verdad te ves preciosa- murmuró de modo que sólo Nick escuchará.

Un pronunciado sonrojo cubrió las mejillas de Nick, aún no se acostumbraba a los halagos de Máx y cada que él salía con uno, no podía evitar ponerse nerviosa.

Jolibeth sonrió con picardía, no logró escuchar que le diría Máx a Nick, pero se imagino que algo vergonzoso para ella, ya que se había quedado callada y muy sonrojada viendo la carita de la bebé.

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Lo que Máx dijera el día del nacimiento de la bebé de Jane, era verdad, toda la corte murmuraba sobre la nueva inquilina de la mansión Ferzen, por todos los rincones del palacio se rumoreaba que la niña podía ser de uno de los condes más jóvenes de la misma.

La primer víctima de los cuchicheos fue Nick, ya que muchos hombres de la corte usaban a sus doncellas de servicio como pasatiempo en la cama, pero desde que la niña naciera los rumores empezaron a circular al rededor de Máx, por el color azulado del cabello de la niña.

Jane se sentía perturbada cada que las doncellas de las otras casa de nobles murmuraban sobre el parecido de su pequeña con uno de los condes, aunque para ella la bebé no se parecía en nada a Máx.

-Lo siento mi Lord- se disculpó Jane ante Máx y Nick- Creo que lo mejor será que me vaya- agregó.

-De ninguna manera- replicó Nick- Tu no te irás de esta casa- terminó.

-Pero es que... No quiero que los señores se vean involucrados en mi error y menos que sean partícipes de murmuraciones -dijo la joven bajando la vista.

-Tu hija no es ningún error y los cuchicheos de la corte, son chismes infundados de gente maliciosa que no tiene nada mejor que hacer que hablar mal de los demás- dijo Nick con seriedad- Si lo que te preocupa es los rumores, no te importe eso, cuando haya algo más interesante de que hablar se olvidarán de nosotros- terminó Nick.

-Tu hija y tu se quedan con nosotros- dijo Máx con seguridad- No querrás privar a Nick de la bebé ¿verdad? - pregunto haciendo una seña para que viera a Nick.

-No-susurró Jane viendo como Nick sacaba la bebé de la cuna para cargarla.

-Sería quien más sufriría si te vas- terminó Máx acercándose a Nick y la bebé.

Jane se quedó viendo a los condes, Nick miraba la bebé con un amor materno igual al de ella, abrió los ojos con asombro al darce cuenta de ello.

"Lord Ferzen... no es un hombre... es una mujer"  se dijo internamente "Ahora comprendo el amor con el que le ve Lord Máx"  terminó sonriendo viendo la pareja.

Si Jane se había dado cuenta de su verdadero ser, tan fácilmente después de cinco años de convivir con Nick, que pasaría si los demás también lo hicieran, es algo que Nick no se había plateado a un, pero Jane le haría ver la verdad.

-Mi Lord- llamó a lo que Nick y Máx la vieron con curiosidad- No es mi intención molestarle pero...-se interrumpió.

-Habla ¿Que pasa?- pregunto Nick.

-Es que... Me acabo de dar cuenta que... -dijo con nerviosismo.

-Vamos mujer habla- pidió Máx.

-Usted, Lord Ferzen es... es...muy delicada y definida para ser hombre- dijo por fin-No se moleste- pidió viendo la forma que Nick le dirigía la mirada.

-No me... no me molesta, es sólo que... me impresiona que lo dedujeras así sin más- dijo Nick con asombro.

-Su complexión y delicadeza de sus facciones, me ayudaron a definir lo que es en realidad- dijo Jane.

-Si Jane fue capaz de saber tu verdad con sólo ver tus facciones ¿No crees que los demás puedan hacer lo mismo?- pregunto Máx con preocupación.

-No me importa que se enteré toda la corte- hablo Nick- ya estoy harta de ocultarme- terminó dejando la niña en brazos de su madre y saliendo de la habitación.

Máx observó a Nick salir y se apresuró a ir tras ella, no le gustaba verla de ese modo y si en sus manos estaba ayudarle lo haría.

Se llevó un gran susto al salir del pasillo hacia las escaleras y ver que Nick se apoyaba de las misma para no caer.

-Nick ¿Estas bien?-pregunto llegando a su lado.

Nick no contestó sólo le vio completamente pálida y con su frente bañada en sudor.
Máx reaccionó a tiempo para evitar que Nick se dirá de lleno contra en primer escalón, Nick se había desmayado y ahora yacía inconsistente en brazos de un ofuscado Máx.