Presentación.

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Mi nombre no es importante. Tampoco mi rostro. A decir verdad, en estos días podría decir que ya ni siquiera los conozco. Sólo debo servir de marco para una historia, para un personaje, el que sea necesario. Para fines prácticos me llaman así, Marco. Mark, si lo prefieres.

Es necesario que conozcas mi historia, que alguien la sepa antes de que haga lo que tengo pensado y todo acabe como probablemente acabará, aunque no puedo ser sincero del todo, pero sí te diré lo esencial. No soy el narrador más confiable y debes saber que no soy el típico héroe. De hecho estoy muy lejos de serlo, ya que me encuentro del lado opuesto: soy el villano del cuento, y es por eso que debo dejar esta historia por escrito, porque seguramente está por llegar a su final y alguien dijo que los villanos nunca tienen un final feliz.

He tenido una buena vida, sólo que ha sido a base de estafas, engaños y otras cosas de las que estoy muy orgulloso —profesionalmente hablando—, pero que tarde o temprano cobran precio.

Me he formado como un experto en el arte de la imitación y un ladrón con la experiencia de toda una vida. Técnicamente podría estar afuera de tu casa robándote en este momento, aun mientras escribo la historia.

Soy el mejor imitador y voy a defender mi título hasta la muerte.
Prepárate para mi mayor estafa.

El ImitadorWhere stories live. Discover now