Tu Estúpido y Sensible Corazón

3. ¡Aleja esa cosa asquerosa de mi chica!

No todos mis días son buenos, algunas veces, tiendo a despertar con la seguridad de que mi día entero será basura pura, y hoy era uno de esos días.

Al levantarme de la cama, con mi cabello enmarañado y baba seca sobre la mejilla, me quedo observado una pantufla de flores. Es muy bonita.

Y vuelvo a caer dormida. No quiero levantarme. No quiero. No deseo verle por dos horas seguidas a mi profesor de matemáticas, tampoco quiero estar sentada en mi asiento con la mirada de Kelly y su grupito viendo mis errores, no puedo. Tampoco quiero despertar al día siguiente para sentir la presencia de mi profesor de música, tampoco quiero llorar hasta llegar  punto de hacer estupideces.

Eso no es sano para nadie. Nadie debería de sentir que el dolor físico es su única opción para aliviar el dolor en el corazón.

Caigo lentamente en un sueño profundo... comienzo a escuchar el silencioso y relajante ruido de la marea, abro mis ojos con malestar.

Katie esta sobre mi, con el rociador en frente de mi cara y lleva puestos unos lentes de sol.

---Mamá pidió refuerzos.

---No... lo... hagas...

---Hasta la vista, baby.

Y roció agua fría sobre mi adormilado rostro, haciendome retorcer como pez fuera del agua.

---Un día te asesinaré, Katherine.

---Esperaré ansiosa el día -y me dio una de sus dulces y maliciosas sonrisas que solo ella consigue hacer- pero ya bañate por favor, hueles a muerto.

Entonces ella salió de la habitación, mientras yo rascaba mi rodilla. Me encaminé al  baño.

Tome mi teléfono  para enterarme del chisme. Lo único que había en esa pantalla era una foto tumblr que suele enviar Larry. Solo había un mensaje Jasper.

Jasper <3

¿Paso por ti? Quiero contarte algo que sucedió cuando estuve con Marie.

 
Jasparin, me siento triste. No me siento sensible, así que si no te apresuras puedo llegar a suicidarme.

Compra chocolate en el camino.

Y me di una laaarga ducha, con agua tibia y al salir un bata calientita. Me puse ropa decente  y bajé a desayunar.

Mi cara de desolación estuvo presente durante todoo el desayuno, así que mi madre decidió intervenir.

---Todos. Salgan ya de la cocina.

---Pero no he acabado, mamá.

Se quejó Katie. Espera ansiosa la maravillosa respuesta de mi madre.

---¡Pues adivina qué! Tampoco vas a almorzar hoy si ni sales de la cocina en este mismo instante.

---Me hubieras abortado...

---¡Ya es demasiado tarde para eso, Linda!

Y salió de la cocina. Mi madre se sentó enfrente de mi, mirando fijamente mientras yo miraba mi plato como si ya no me apeteciera comer nada en lo absoluto.

---¿Por qué no me contaste que trajiste a Adam? -su mirada fue con lastima y compasión.

Me eché a llorar porque si. Me había retenido muchas emociones, y al tener un poco de afecto femenino, a veces tiendo a llorar como Magdalena.

Mi mejor amiga es Lorraine, pero ella no es el tipo de amiga con la que puedes llorar, ella es demasiado directa y cruel. No gracias.

---Lo odio, mamá. No quiero que este cerca de mi.