Jasper se hizo un esguince en la nariz, tiene un morete enorme cerca de su ojos y tiene lastimada su rodilla. Creo que lo de la rodilla es una mariconada de el, pero tengo mis motivos para no mencionarlo.
Estabamos felices. Ni siquiera una repentina visita al hospital no arrancaría la satisfacción de saber que superamos un mal juego de mis malos humores. Si lo quiero, aunque no lo demuestre.
No soy el tipo de persona que reparte abrazos y caricias a todo el mundo. Si lo hago, por supuesto que sí. Pero solo con las personas que se acercan mucho a mi persona y comienzan a tener un lugar en mi corazón.
Ahora mismo estamos conduciendo en silencio, mirando el horizonte sin horizonte.
---¿En qué piensas?
Entonces me miró, y sonrió.
---En mi mamá. Estoy pensando en mi mamá.
---¿Cómo era, Jasper?
Se quedó pensando un rato, ya estaba estacionado el auto frente de mi casa, pero la seriedad del momento merecía un momento de su silencio.
Miró el farol que estaba a tres casas, y dijo:
---Sus ojos eran como color miel, tenía el cabello castaño, muy oscuro. Sus manos eran hermosas, Grettel. Cuando acariciaba tu cabeza con sus manos te sentías como un perro al que le rascan su barriga.
Espere a que terminara, no quería interrumpirlo.
---Ella no tenía favorito. A los cinco nos trataba igual. Era genial llegar a casa y oler esos deliciosos platillos que cocinaba. Cuando hacía malos chistes, cuando los sábados en la mañana ella y mi papá hacía pancakes, Dios, Grettel. No sabes cuánto extraño esos sábados.
《Recuerdo cuando llegabas con un raspón en la rodilla, todo sucio y golpeado, ella te gritaba y parecía que te iba a matar verbalmente, pero luego se calmaba y te decía "eres mi hijo, pero heredaste la estupidez de tu padre. No le digas que dije eso" y te daba un beso en la frente, esos que ahora deseo cada vez que pienso en ella. Nunca le di el valor que merecía. Te ayudaba siempre. No era la mejor, pero era quién me había hecho feliz por muchos años. No hay día en que no extrañe a mi familia》
Comenzó a llorar. Me dolía mirarlo así. Pero no podía hacer nada para impedir que se sintiera triste.
Lo abrace, mientras escuchaba sus lamentos. Jasper tenía 14 cuando pasó aquel accidente tan trágico. Habíamos planeado una cena con sus padres para me conocieran en persona, porque cuando solamente era su amiga jamás tuve la oportunidad de conocer a sus padres. Pero justo a tres días del evento, ocurrió aquel hecho que destrozo a lo que se le podía llamar una familia feliz.
Abrió la puerta del auto y esperó a que bajara yo también.
---Tengo que irme, no sé como este mi abuela.
Tenía los ojos un poquito hinchados y rojos. Me dolía mi corazón. Duele ver a una persona que amas sufrir.
---¿No quieres cocinar? ¿Ver una película? No te vayas.
Cuando se le pasaba lo triste, llegaba su amargura. Me miro con seriedad, puso su mano en mi hombro y dijo:
---Perdón, Bonita. No sé cómo se sienta mi abuela y no voy a quedarme con la duda de cómo está solo porque tu quieres que te acompañe. Me voy.
Subió a la camioneta y partió a su hogar. Sin un besito, sin un abrazo.
¿Qué chingados me crees, vato? Necesito amor. Aunque es muy razonable porqué se siente así, se golpeó la nariz, tuvo malos recuerdos, ¿cómo no iba a sentirse de la chingada? No tengo porque enojarme.
Entro a la casa, preparo un vasito de chocomilk, me doy una ducha rápida y me recuesto sobre mi cama.
Fue un buen día. Un día largo y aburrido. Pero estuvo bien.
De pronto, Adam llega a mi mente.
Pero me voy quedando dormida lentamente, viendo desaparecer su sonrisa conforme voy cerrando mis ojos y cayendo en un sueño profundo.
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Desperté, desafortunadamente.
Desperte, y como de costumbre tenía más baba seca en las comisuras de mis labios que ganas de abandonar a mi cama.
Me hice todo el higiene personal, me vestí y baje a desayunar.
Entonces sucedió...
Al bajar al comedor y todos en mi familia parecían estar contemplando frente a ellos una pelea de gatas.
Menos mi mamá.
Mi mamá parecía león. Parecía espartana.---No te queremos aquí Jasper, ya no eres bienvenido.
Jasper estaba rojo. Es tan bonito. Te juro que lo amo, es hermoso.
Jasper estaba rojo de vergüenza. Yo estaría peleando como si estuviera en la Batalla Mágica en Hogwarts, pero Jasper solo está callado viendo a mi mamá grite y grite como gata. Con todo respeto a mi mami.
---Sacate a la fregada, vete. ¡Ya no te queremos!
De pronto, Jasper pone su mochila sobre su hombro y comienza a caminar hacia la puerta.
Lo gracioso aquí es que Jasper camina a la puerta y mi mamá sigue gritando.
Bestia, no sé como no me he desmayado por mis esplendorosas carcajadas interiores.
Jasper abre la puerta y trata de salir, pero se le caen las llaves de la camioneta.
Después de tomarlas de nuevo, toma su postura y me ve, pone una cara seria, como enfurecido y se retira. Mi mamá se calmó.
Rápido, bajo las escaleras con tal rapidez que parecería que no tengo los pies sobre la tierra.
Mi mamá voltea, victoriosa, como si acabase de ganar una batalla de rap acerca de La Rosa de Guadalupe versus Como Dice el Dicho.
---¡Mamá, Jasper y yo regresamos y casi lo matas!
Su cara se torna seria, con confusión y miedo. Si hay algo que no le gusta ea hacer el ridículo. Y más a alguien a quien ella apreciaba mucho.
---¡Espero que estés orgullosa! De por sí nadie me quiere, y la persona que se fija en este feto maldesarrollado, tu lo corres! ¡No friegue oiga!
Y salí como toda una diva ofendida, con estilo, pero ofendida.
Quehacer:
*Buscar a Jasper
*Preocuparme por Jasper
*Desayunar algo frito, preocupada por Jasper.Aquí vamos
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For herPinshe Luisa loca, se pasa dvras :v
Voten, y tendrán un Dalasito.
Todas queremos un DalasitoChaochao
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Tu Estúpido y Sensible Corazón
Teen FictionNo tan divertida como Drake y Josh, pero te lo disfrutarás. No tan aburrido como la clase de historia, no aprenderás nada igual. Solo harás que tu cerebro se vuelva popo. Leelo, y tendrás pan. Pero no es completamente seguro que Peeta lo tire sobre...