Ella era extraña, y a lo mejor nunca la entendería. Pero no por eso iba a rendirme.
Una parte de mí quería probarle que se equivocaba, que era imposible "no amar".
-Vale, lo entiendo -mentí- no quieres un novio. Pero ¿qué tal si somos amigos? Podemos salir de vez en cuando, comer juntos, estudiar, leer. No puedes estar sola todo el tiempo.
-En realidad, sí puedo.
Estaba a punto de tomarla por los hombros y zangolotearla hasta que dejara de pensar de esa manera.
-No me importa, ya lo decidí Ali. Ahora eres mi amiga.
Le planté un beso en la frente y me di la vuelta, hacia el auto.
-Te veo el lunes en la escuela.
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¿Cómo sanar un corazón si no está roto?
Roman pour AdolescentsEl primer año en la Universidad no es el más difícil una vez que estás dentro. Los problemas vienen después: Conocer gente nueva, montones de tarea, muchas primera veces, sueños destruidos y corazones rotos. Eso, claro, para la gente común y corrien...