Capitulo 9

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Alexa

-- De verdad que no se nada, se os juro – ruego nuevamente. Muchas personas entre veinte y treinta años están rodeándome con cámaras y micrófonos, preguntándome de donde conozco a Rubius y qué soy de él. ¿Qué no pueden acaso dejarlo en paz?

-- Pero Alexa, solo tienes que decirnos si sales con él.

--¿Cuánto le mide?

--¿Es bueno en la cama?

--¿Le eres infiel?

¿De verdad estas personas están preguntando eso? ¿Cómo puede ser posible? ¿Cómo les da la cara?

Veo a lo lejos que un pelirrojo se acerca hacia mí, conozco ese color de cabello, es la tintura de Rubén. Por favor no te acerques... me busca con la mirada y cuando me encuentra, frunce el ceño. Le toma dos segundos saber que está pasando y cuando cae en la situación, viene caminando rápido hacia aquí.

Conozco esa mueca, está enfadado. Muy enfadado.

--¿Queréis ya dejar a mi novia en paz? ¡La estáis asfixiando! ¡Mirad nomas como la tenéis! ¿No tenéis otra puta cosa que hacer en vuestras vidas? Joder estoy cansado ya de vuestro acoso. De verdad, no solamente a mí, no podéis venir como si nada a mi novia y preguntarle cualquier cosa que os salga del culo. Un poco más de privacidad, por favor.

Los siguientes diez segundos hay un silencio profundo, los periodistas nos quedan mirando atónitos, como si no creyeran la situación.

--Pero claro, ahora que sabéis quien soy, no me vais a dejar en paz. Ni a la universidad podre venir. ¿Por qué no puede una simple persona hacer lo que le gusta y ganar un poco de dinero con ello? Ni siquiera lo hago por la pasta, joder. Lo hago por qué es lo que me gusta, por mis "fans", porque todos esperáis que lo haga. No tenéis una puta idea de lo que es sentir toda esa presión. Ahora si sois por lo menos un poquito respetuosos no vais a subir nada de lo que he dicho y vais a dejarme tener mi privacidad. Vámonos cariño.

Acto seguido me toma de la mano y tira hacia un hueco que nos han hecho las personas. Los músculos de Rubén están tensos y se nota a kilómetros la vena que sobresalta en su cuello. Creo que ya han sobrepasado el límite de su paciencia...

Llegamos a mi auto y me pide mis llaves, se las doy porque sé que no es momento para recalcarle que nadie además de mi maneja mi coche. Nos subimos a este y vamos directo a su piso. Los fans que duermen fuera del edificio se dan cuenta del estado en el que estamos, por lo que deciden no molestar. Cuando llegamos al portal saco mis llaves de copia porque el parece no reaccionar, nos hago entrar y lo primero que hace es ir a su habitación y cerrar la puerta de un portazo.

Suspiro, ya algo exhausta. Me dirijo hacia su habitación, y doy pequeños golpes.

--Rubén... ¿Me dejas pasar?

Giro el pestillo y resulta que la puerta está abierta. La imagen de mi novio tirado boca abajo en su cama, con sus cascos puestos con el volumen al tope, me impacta una vez más.

¿Cuántas veces he tenido que verlo así durante estos meses?

Me acerco a él y me siento a su lado, mientras le hago unas suaves caricias en su espalda.

--¿Sabes? A la mierda los periodistas y que todos sus rumores se los metan donde les entre. Tú sabes quién eres y creo que eso es lo que cuenta. A tus verdaderos fans no le caerá mal que quieras tener una vida propia, con una privacidad respetada. Lo importante son esas personas que...

De repente oigo un sollozo, y siento la respiración dificultosa en la espalda de Rubén. Rayos, esto le pego mucho más fuerte que cualquier otra vez. Se da vuelta dejándome ver su cara húmeda por las lágrimas, y sus ojos rojos.

-- Te lo juro, no sé cómo seguir con esto, no creo poder - susurra él.

Lo abrazo, con todo lo que da mi cuerpo. Eso es mucho más difícil de lo que hubiera imaginado.

--No puedo decirte que no te rindas, que tienes que seguir con lo que te hace feliz sin importar lo que la otra gente piense, porque no sé cómo se siente estar en tu lugar. Sé que por ahí es muy difícil vivir pensando en que cada vez que cometas un error las personas estarán sobre ti diciéndote lo que hiciste mal. Pero piensa muy bien antes de hacer algo al respecto.

»Decidas lo que decidas la gente te va a insultar, porque eso es en lo que se ha convertido el mundo. Pero lo que importa detrás de todo aquello, es que una de esas dos decisiones que tengas que tomar va a ser la que te haga mejor o peor. Si sientes que debes seguir con esto, hazlo. Pero si sientes que no puedes soportar toda esta presión, está bien, porque eres una persona. Haz lo que creas mejor para ti.

Me parte en dos verlo así, es un buen chico que no merece pasar por todo esto.

Por quince minutos ninguno de los dos dice algo, solo me limito a abrazarlo y darle caricias en la espalda y su cabello. El deja que lagrimas silenciosas caigan por sus mejillas. Un rato después siento que estira sus brazos y me abraza. Creo que me quedaré sin aire si hace más fuerza, pero no me quejo.

--Prométeme que seguirás conmigo pase lo que pase.

--Lo prometo.

[...]

--Beatriz, ¿Qué pasa? Me has despertado a mí y a Rubén – digo apenas descuelgo el móvil.

--Ya, que son las putas dos de la tarde.

--Sabes que nos gusta dormir, ¿Qué quieres?

--Hace unos días he ido a hacerme las pruebas de ADN... - me levanto de golpe y Rubén me mira extrañado – él bebe no es de Jordan, ha dado negativo.

[...]

Unas horas después nos encontramos todos en la casa de Mangel, con una caja entera de muffins pedidos por Bea. Está comiendo demasiado, quedara como un barril.

--Entonces no tienes idea de quién puede ser el niño...

--O niña – me corrige Rubén.

--No lo sé, que yo recuerde no he estado con nadie más además de él. Es imposible – aporta Bea mientras se come todo el glaseado del muffin de un solo bocado.

--¿Tú qué opinas Mangel? – pregunta mi novio a su mejor amigo. No recibimos respuesta, a lo que todos centramos nuestra atención en él. Hasta mi amiga ha dejado su comida a un lado. Su mirada se encuentra fija en un solo lugar y su cara está totalmente seria - ¿Mangel?

--¿Que no recuerdes...? - susurra, como si quisiera resolver un problema matemático complejo.

Lo miramos aún más extrañados que antes. ¿Qué está pensando?

De pronto se para y va hacia su móvil. Marca unos números.

--Si, habla Miguel Ángel, un amigo de Beatriz Alonso. Quería saber si podríamos ir nuevamente a realizar otra prueba de ADN... Iremos ahora mismo, muchas gracias.

--¿Qué haces? – pregunta Bea.

--He llamado a tu doctora, debemos ahora mismo a hacer otra prueba de ADN. Ponte algo de abrigo y vamos.

--Pero si no hay nadie más aquí que pueda ser el padre...

--¿Recuerdas el cumpleaños de Alexa? Estábamos ambos como cuba. No recuerdo una mierda de aquella noche, pero según unos amigos hemos estado muy cariñosos... y que en un momento hemos desaparecido...

Un Paso a la Fama [Rubius] • 2nda Temp. "Enemigos Con Derechos"•Where stories live. Discover now