Alexa
--¿Por qué han peleado Rubén y tu esta vez? – me pregunta Mangel.
--Ha sido una gilipolles, solo es el tiempo que está muy tenso.
--Sí, pero me sorprende que no os habléis. Esta aquí en frente nuestro y no os dirigís ni la mirada – llevamos nuestras miradas hacia él, e inmediatamente mi novio aleja su vista. Nos estaba observando.
Estamos en el consultorio donde Beatríz controla su embarazo, esperando porque la doctora la llame y le diga los resultados de la prueba.
--¿Pero en que habéis quedado? – sigue insistiendo.
--Literalmente en nada, últimamente peleamos por todo, por lo que en vez de discutir lo dejamos en el aire. Creo que eso es lo que nos tiene algo distanciados, además... no me ha tocado en días – digo algo más bajito – una semana para ser exactos. Es como si hubiéramos perdido la pasión.
De repente Mangel ríe, ¿wtf?
--Es que sois tontos los dos... ven acércate – arrimo mi oído a su boca – yo sé que os pasa...es que no sé cómo no os habéis dado cuenta. Vuestra pasión ha nacido del odio, eso es lo que los mantiene unidos. Su relación de amor-odio es lo que os mantiene. Tenéis que pelear para uniros, así ha sido siempre. Volved a ese tiempo, que lo necesitáis mucho. La tranquilidad no es lo que os identifica, créeme.
Tiene razón...
--¿Beatríz Alonso? – pregunta una doctora. Los cuatro nos paramos.
--¿Si? – preguntan Mangel y Bea al mismo tiempo.
--Aquí vuestros resultados – les extiende unos papeles – felicidades señor Rogel, será padre.
Y dos segundos después Mangel esta arrodillado en el piso vomitando en una papelera.
Rubius se acerca a el y se sienta a su lado, diciéndole un par de cosas. Miro a mi amiga, la cual esta con los ojos llorosos mirando atónita la escena.
--Ha vomitado... vomitó al saber que tendremos un bebe... - mi amigo y mi novio levantan la cabeza para mirarla – ¡Tu primera emoción hacia tu hijo fue vómito!
--Señorita, es muy común esa reacción. Sufren los mismo síntomas que las embarazadas y...
--¡Cabrón! ¡Ni se te ocurra llamarme! – sale a paso firme del consultorio.
--Y también es muy común que ella tenga esta clase de comportamientos, no os preocupéis. Os apuesto un euro a que en diez minutos ella estará llamándolo – termina la doctora.
Río y le doy las gracias. Madre mía que día mas largo.
Cuando ya estamos en el departamento de Mangel que es donde hemos decidido dejarlo, su móvil suena. Por su risa deduzco de que es Beatríz.
--Diez minutos exactos, madre mía la que me espera – comenta y contesta, yéndose hacia su habitación.
Me quedo sola con Rubén en la sala y un silencio incomodo nos reina.
--¿No deberías de estar con tu mejor amiga? ¿O ir con el mio, que tanto os susurrabais hoy?
Aquí vamos...
--Mi mejor amiga esta por venir, gracias. ¿acaso estas celoso de tu mejor amigo?
--No lo se, dime tú si tengo que estarlo – dicho eso se va hacia la cocina. Me fijo en el detalle de que rasca ligeramente su pierna, que es lo que siempre hace cuando esta celoso.
--¡Ahora no confías en mi! Genial – lo reto mientras lo sigo.
--Ya déjalo, no tengo ganas de pelear – saca una cerveza de la nevera. Recuerdo lo que me dijo Mangel hoy.
--No, Ruben, tenemos que hablarlo. No puedo creer que cada tío que me hable sea motivo para discutir, es como si ya no confiaras en mi.
--¿Y que quieres que haga? No son solamente ellos, bien que tu les sigues la corriente.
--Yo no te digo nada cuando una fan se acerca a ti a abrazarte, y menos cuando la mitad de ellas han tratado de besarte en mis propias narices... - y muchos menos cuando, mientras tu no veias, me amenazaban pienso.
--Eso ya es otra cosa, es distinto... tu eres mía, no soporto la idea de alguien mas conquistándote.
Ya esta, me cansó.
--¡¿Que yo soy tuya?! ¿¡Y tu que, Rubén?! ¡Parece que no me correspondes! Parece que fueras solo para tus fans... ¿Dónde quedo yo? ¡Te odio, Doblas, te odio!
Mi respiración esta acelerada, siento mis puños cerrados con fuerza y mi mandíbula tensa. Esa sensación de liberación que esparce mi cuerpo es muy relajante. Miro a Rubius, que esta mirándome como no lo veía hace mucho... con lujuria.
Ha funcionado, Mangel tenia razón. No servimos para mantenernos callados, necesitamos liberarnos. Además, ¿Qué tipo de pareja no pelea? Todas las relaciones tienen un punto de pasión, el nuestro es el odio.
Me acerco a el y lo tomo por el cuello, chocando nuestros labios ferozmente mientras el me me toma por las piernas y me sube a su cintura. Me apoya en la mesada de la cocina, y río al saber que estamos a punto de hacerlo en la casa de Mangel.
Sus manos van debajo de mi camisa y su frío tacto me hace gemir. Sus labios van de mis labios a mi cuello, y me hace varias marcas. Aprovecho cuando toma aire para sacarle su chamarra seguido de su remera.
--Madre mía, ¿no podíais reconciliaros en su casa? Es como ver una puta película porno.
Nos separamos de golpe volviendo a la realidad, la dura realidad que nos recuerda que estamos en la cocina de una casa que no es nuestra, devorándonos como si fuera nuestra primera vez.
[...]
--Te amodio – me dice mi novio mientras se acuesta a mi lado, tratando de recuperar el aire. Desde que llegamos a su piso, lo hemos hecho unas tres veces. Creo que fue una de las mejores sesiones de sexo que hemos tenido.
--¿Amodio? ¿Y eso?
--Nos amamos, pero también nos odiamos, es lo que nos mantiene unidos, ¿no crees? – sonrío.
--También te amodio. Promete que a partir de ahora, nos diremos todo. Cualquier cosa, sin miedo. Estamos mas en peligro cuando nos guardamos las cosas que cuando nos la contamos.
--Lo prometo, hasta mañana, cariño.
--Hasta mañana.
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Un Paso a la Fama [Rubius] • 2nda Temp. "Enemigos Con Derechos"•
FanfictionAlexa y Rubén creían que lo peor a lo que se te tendrían que enfrentar a sus dieciocho años era tomar la decisión de que carrera estudiar en la universidad, o preocuparse en sacar la licencia de conducir como era el caso de Rubén. -- ¡Es que ya...